No siga lamentándose, actúe

descripción de la imagen
Difundir informes secretos generaría un lío diplomático

Por Por Julia Regina de Cardenal*

2013-12-04 6:02:00

Todos los salvadoreños estamos cansados de la violencia, la corrupción, la delincuencia, la inseguridad, la inestabilidad económica e institucional del país, etc. El problema más grande es que sólo nos quedamos en lamentos cuando podemos hacer algo: las soluciones a la crisis social, económica y moral nacen en un mismo lugar: LA FAMILIA, que escuela de valores y virtudes.

El matrimonio es clave para el desarrollo y para el combate a la pobreza. Las familias que han sufrido desintegración son las que mejor pueden expresar lo difícil que es sacar a adelante a los hijos cuando falta la pareja. Por eso no desean que sus hijos sufran repitiendo sus errores y que tengan mejores oportunidades. Les inculcan el ideal del matrimonio como garantía para que las siguientes generaciones tengan estabilidad, seguridad y mejores oportunidades económicas.

Organizaciones miembros de Red Familia han estado trabajando con movimientos católicos, evangélicos, agencias de publicidad, empresa privada y miembros de medios de comunicación, en la organización de la marcha: “Familia, santuario de la vida”. Esta manifestación de la población salvadoreña en defensa de la vida, el matrimonio, la familia y nuestros valores cristianos se llevará a cabo el sábado 28 de diciembre, saliendo del Monumento El Salvador del Mundo hacia la Plaza Cívica.

¿Por qué participar en la marcha?

Porque el matrimonio es clave para la economía de la familia y del Estado.

Porque cuando la familia está sana y estable, la sociedad está sana y segura.

Porque las familias intactas no son una carga para la sociedad.

Porque está comprobado que los hijos que tienen padre y madre tienen menos probabilidades de delinquir, tener problemas de drogas, alcoholismo, embarazos fuera del matrimonio, dejar de estudiar y muchas otras complicaciones de la juventud.

Porque hay graves amenazas por grupos poderosos internacionales, que quieren imponer ideologías antivida y antifamilia en nuestro país.

Porque abortar no te permite elegir: sólo ser la madre de un niño muerto.

Porque el aborto legal mata a millones de bebés en el mundo.

Porque quiero que las leyes en El Salvador protejan el derecho a la vida de todos y que se defina el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

Porque si abarrotamos las calles, el Gobierno tendrá que escuchar el clamor del pueblo y legislará en favor de la vida, el matrimonio y la familia.

Porque el vientre de una embarazada no puede ser un lugar más peligroso para vivir.

Porque millones de menores abortan “legalmente” sin que los padres se enteren, destrozando su vida y la de su hijo.

Este esfuerzo tiene el objetivo de involucrar a la mayor cantidad de salvadoreños para tener un impacto moral, cultural, social y político. Esperamos lograr los efectos nacionales e internacionales que marchas multitudinarias lideradas por obispos católicos y pastores cristianos en países como Nicaragua, Bolivia, Colombia, Puerto Rico y 40 diócesis de España han obtenido, revirtiendo leyes antivida y antifamilia o deteniendo algunas de éstas, y que al mismo tiempo han conseguido concientizar a millares de personas sobre el valor de la vida, el matrimonio y la familia.

¡No más lamentos! Si en nuestro país se legaliza el asesinato de bebés en el vientre materno, si legaliza la unión de homosexuales que puedan adoptar niños reinventando el matrimonio, ¿qué responderé? ¿Me quedé en mi casa pasivamente en silencio? Defendamos todos la cultura de la vida. Invitemos a nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo a esta concentración de amor y alegría.

*Columnista de El Diario de Hoy.