¿Policías bateando panales de abejas?

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Los empleados de la Corte Suprema de Justicia amenazan con realizar protestas por el monto aprobado para su bono navideño.

Por Por Carlos Ponce*

2013-11-19 6:01:00

Recientemente, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y la Policía lanzaron una iniciativa operativa denominada “Casa Segura”. La primera vez que las autoridades la adoptaron fue en respuesta a un reportaje periodístico sobre cómo miembros de pandilla ocupaban ilegalmente inmuebles en una comunidad específica.

Ante los constantes y progresivamente fuertes cuestionamientos ciudadanos en relación a la poca efectividad del impopular abordaje de la criminalidad adoptado por el aparato de seguridad estatal, los funcionarios correspondientes decidieron institucionalizar su respuesta al reportaje antes mencionado y convertirla en “Casa Segura”. El corte represivo y la ilusoria contundencia de la medida es perfecta para Ricardo Perdomo, funcionario que desesperadamente quiere, ahora que su rol como ministro es más visible, marcar distancia de la negociación con estructuras criminales promovida y sostenida por su antecesor.

Los agentes de la Subdirección Antipandillas de la Policía, en el contexto de “Casa Segura”, se desplazan en lugares de alta actividad pandillera, vistiendo uniformes tácticos y fuertemente armados, tocan las puertas de las residencias y solicitan a los habitantes mostrar de forma voluntaria documentos que demuestren la propiedad o alquiler de los inmuebles que ocupan. Los operativos en estas comunidades son publicitados en diferentes medios y duran pocas horas, después de las cuales se desvanece el aparatoso contingente de policías que implican. Difícilmente, bajo estas condiciones, se resolverá el problema que pretende atacar la iniciativa, pero se creará momentáneamente la ilusión que sí. Después, no obstante, la situación se complicará.

Muchos señalan que “Casa Segura” es una medida propia del “manodurismo” que aseguran fue impulsado por gobiernos anteriores, que acusan de adoptar abordajes represivos. Según muchos de los que apoyan dicha lectura, las acciones que buscan capturar a quienes quebrantan la ley empeoran el problema delictual y argumentan, además, que la única solución son los planes de prevención, rehabilitación y reinserción.

Esta es una apreciación superficial y parcializada, muchas veces como consecuencia de dogmas ideológicos. Desde una perspectiva técnica, la represión es un componente tan importante como el preventivo y, de hecho, existe cierta interdependencia entre ambos que hace que el éxito de un abordaje esté asociado con el éxito del otro. En lo que sí coincido con los que hablan de “manodurismo” es que las tácticas particulares que implican e implicaron “Mano Dura”, “Súper Mano Dura” y “Casa Segura”, son inútiles y hasta nocivas para la situación puntual del país. Sin embargo, no es por la naturaleza represiva de las medidas, sino porque son un tipo ineficiente, inefectivo e inadecuado de represión, poco inteligente y burda.

Mi forma de explicar qué tan poco útil y peligrosas son estas iniciativas en particular, es compararlas con alguien que trata de deshacerse de un gran panal de abejas con un bate. Aunque atacar el problema frenéticamente con un bate, en apariencia es excesivo y contundente, no resuelve la situación sino que la agudiza. Después de un par de golpes, con los que mueren algunas abejas de forma aleatoria, la mayoría queda enfurecida y agreden al bateador y a todo el que esté cerca.

Deshacerse de un panal de abejas requiere de un ataque menos burdo, basado en el análisis y comprensión del comportamiento de dichos insectos, que permite anticipar su reacción, identificar diferentes escenarios de solución y la consecuente formulación de una estrategia que permita deshacerse del problema con acciones efectivas y eficientes. Similarmente, es absolutamente necesario tomar las medidas preventivas necesarias para que el problema no se repita y evitar que regresen las abejas a construir otro panal.

La crisis delictual que experimenta el país requiere de una abordaje integral, que incluya un fuerte componente represivo con medidas inteligentes, fundamentadas en un enfoque analítico que permita desarrollar acciones precisas, efectivas, eficientes y contundentes, que contribuyan a que los esfuerzos enmarcados en la prevención, rehabilitación y reinserción maximicen sus resultados.

*Criminólogo

@cponce_sv