¿Hasta dónde podría llegar El Salvador sin amaños?

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Delfino Pérez, de 83 años, fue arrollado por el conductor de un autobús, quien al percatarse del hecho escapó. Foto EDH / Claudia Castillo

Por Por Rodrigo Molina*

2013-09-02 6:01:00

Por estos días todo lo que escuchamos es sobre los amaños en el fútbol salvadoreño. No puedo pensar en una conversación que haya tenido en estos días que no haya empezado con, “¿qué fregado esto del fútbol, vea?”. Y con mucha razón estamos tan indignados con algo que ya habíamos escuchado, pero que no habíamos querido creer. Hoy es inevitable aceptarlo, asumirlo y tratar de corregirlo. Ya algunos jugadores señalados aparentemente escaparon del país, despejando cualquier duda sobre la realidad de estas acusaciones.

Hoy nos recordamos de tanto partido que sufrimos. En los cuales ya lográbamos saborear la victoria, sólo para que nos fuera robada en los últimos minutos. Sufridos momentos. Los pobres muchachos ya no tenían aire. Jugamos muy bien, lástima que no aguantaron la presión al final. Los árbitros estaban comprados. Cuántas explicaciones no buscamos en esos momentos de frustración, pero la realidad nunca quisimos ni considerarla. ¿Qué efectos tendrá la develación de estos amaños, no sólo para el fútbol nacional y su credibilidad, sino para nuestra psicología nacional, para nuestro orgullo como país, y para nuestros jóvenes, cuyos héroes en el campo hoy se ven señalados y perseguidos?

Si bien ahorita los señalamientos se enfocan principalmente en los jugadores, fuera un gran error dejar hasta allí la cosa. Esto va mucho más profundo que el campo de juego. Así como teníamos ratos de estar escuchando sobre estos amaños, por mucho hemos escuchado sobre la corrupción entre las dirigencias del fúbol. Hoy es el momento de esclarecer el tema, y no sólo traerlo a la luz pública, sino también castigar penalmente a todo aquel que lo merece. No sólo el tema de los amaños, pero también cualquier forma de corrupción y enriquecimiento ilícito que por años se ha dado alrededor del fútbol, incluyendo el involucramiento del narcotráfico en algunas dirigencias del fútbol salvadoreño.

Es común terminar nuestras conversaciones sobre el tema con, “bueno, por lo menos hoy sabemos que no éramos tan malos. ¿Hasta dónde pudiéramos haber llegado si no se hubieran vendido? Hasta los diputados salieron indignados por los amaños en el fútbol. ¿Pero saben qué me molesta todavía más a mí? ¡Que los diputados se expresen públicamente que les indignan los amaños! Me cuesta entender cómo a los salvadoreños nos indigna tanto en el fútbol, pero dejamos pasar tantos amaños y tanta corrupción en la política nacional. ¿Cuántas leyes no han sido vendidas, voluntades compradas, dineros robados y lavados desde el seno de la Asamblea Legislativa y el Gobierno de la República?

¿Que pudiéramos haber llegado al mundial? Sí, pero olvidémonos mejor de eso, y pensemos hasta dónde podría haber llegado El Salvador sin los amaños en la política. Imaginémonos la calidad de vida que pudieran estar disfrutando todos los salvadoreños sin tanta corrupción. La infraestructura con la que pudiéramos contar, los empleos a los que pudiéramos acceder, la educación que pudieran tener nuestros hijos. Así como demandamos que se castiguen a los vendidos en el fútbol y que se limpie toda esa mugre, demandemos limpiar la mugre en la Asamblea y en el Gobierno, y que se castigue severamente a aquellos que por su corrupción y abusos han mantenido a nuestro querido país en la pobreza y el subdesarrollo.

*Colaborador de El Diario de Hoy.