Las decisiones en Siria

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Carlos Rodolfo Linares Ascencio retornará el lunes a su cargo como juez especializado de sentencia contra crimen organizado, con sede en Santa Ana. Foto EDH / Archivo

Por Por Eduardo Torres*

2013-08-30 6:05:00

Imágenes satelitales, fotos, vídeos, declaraciones de testigos, informes médicos de oenegés y documentación de inteligencia, forman parte del informe presentado ayer por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, sobre la muerte de 1429 personas, 426 de ellas niños, durante el ataque perpetrado con armas químicas la semana pasada por el régimen sirio de Bashar al Assad. Para el Secretario de Estado estadounidense, la comunidad internacional debe dar una respuesta firme no sólo para decirle a Siria que ese comportamiento es intolerable, sino también a Irán, Corea del Norte y Hezbolá. El mensaje: no quedará impune el uso de armamento de destrucción masiva.

“Sabemos desde dónde y a qué hora fueron lanzados los cohetes, sabemos dónde impactaron y cuándo, sabemos que procedían desde áreas controladas por el régimen”, dijo el Secretario de Estado. “El régimen de Assad tiene el mayor programa de armas químicas y lo ha usado”, sentenció. Luego del revés sufrido por el primer ministro británico David Cameron, cuando la Cámara de los Comunes rechazó la opción de participar militarmente en contra del brutal dictador sirio, privando al primer ministro británico de apoyar de forma militar a los Estados Unidos en la defensa de los valores humanitarios universales, la única súper potencia en el mundo tiene que tomar su decisión.

Severo problema tiene el presidente Obama. En primer lugar, después de la impopular invasión a Irak realizada en tiempos de su predecesor, él llegó a la Casa Blanca diciendo que iba a finalizar las guerras con el mundo musulmán, no a nuevas aventuras. El problema es que por su condición de única súper potencia en el mundo Estados Unidos no puede hacerse el del ojo pacho ante los desmanes de un dictador que masacra a su propia gente violando las normas básicas de convivencia existentes. Es necesario hacer prevalecer las normas básicas del derecho internacional humanitario.

En segundo lugar, el 20 de agosto de 2012 Obama advirtió a Siria que el uso sistemático de armas químicas cruzaría “la línea roja” (de lo permisible) y provocaría una respuesta de los Estados Unidos. Ese momento llegó. Tras más de una década de guerras en esa conflictiva región del mundo está claro que políticamente quizá la única opción existente que le va quedando a la súper potencia es bombardeos quirúrgicos en objetivos militares sirios, pero aún ahí hay riesgos.

Cuando el terrorismo internacional atacó en Yemen al USSS Cole, la respuesta del presidente Clinton de bombardeos quirúrgicos fue considerada débil. Sólo creció la fiebre contra “el imperio”. Los inspectores de Naciones Unidas que llegaron al terreno en Siria estarán abandonando ese país tras haber hecho su trabajo para presentar un informe a semanas plazo. Un problema de fondo de la guerra en Siria es que está claro qué tipo de régimen preside Assad, pero también quiénes son “los rebeldes” y las dudas sobre ellos. Así las cosas, Francia parecería apoyar un escarmiento militar a Assad al igual que países de la Liga Árabe.

Kerry dijo ayer que en última instancia la solución de la guerra en Siria, de dos años de duración, “tendrá que ser política, tendrá que ocurrir en la mesa de negociaciones”. Cualquier acción que se decida ahora, aseveró, “será limitada y diseñada para asegurarnos de que el uso flagrante y brutal de armas químicas es adecuadamente contestado”.

Veremos qué decisiones se toman.

*Director Editorial

de El Diario de Hoy.