Después de haber transcurrido aproximadamente un mes desde que Ricardo Perdomo y Rigoberto Pleités fueran juramentados como ministro de Justicia y Seguridad Pública y director de la Policía Nacional Civil, respectivamente, es evidente que ninguno de los dos posee las cualidades y capacidades para liderar el golpe de timón que se requiere para enrumbar de forma adecuada el manejo operativo y estratégico del aparato de seguridad gubernamental. Las declaraciones, semblantes y actuaciones del nuevo ministro y director develan el alto nivel de desconocimiento que poseen sobre la dinámica delincuencial, la idiosincrasia, particularidades y forma de operar del sector del que forman parte las instituciones que dirigen, y las graves consecuencias implícitas de continuar desviados del camino correcto.
Los funcionarios no tienen tiempo para superar este déficit, ya que faltan pocos meses para las próximas elecciones presidenciales. Cualquier cambio será cosmético y la esencia de la estrategia trazada por los anteriores titulares continuará vigente hasta que Mauricio Funes deje su cargo.
En este contexto, el reciente incremento en la cantidad de homicidios se ha agenciado diferentes interpretaciones en círculos de seguridad e inteligencia. Algunos sugieren, por ejemplo, que los nuevos encargados de seguridad han decidido romper el pacto entre el Gobierno y las pandillas. Sin embargo, hay muchos elementos que hacen que esta lectura sea poco probable. Este tipo de decisión empujaría a las pandillas a ejecutar una ofensiva delictual mucho más amplia que el actual incremento en las cifras de homicidio, para empujar a las autoridades a seguir negociando.
Además, tanto el ministro como el director de la Policía han asegurado que el aumento de asesinatos no significa que “la tregua” esté en problemas, sugiriendo así que la negociación entre el Gobierno y los cabecillas pandilleros aún persiste, así como el compromiso de los titulares hacia ésta. Dejar el oscuro pacto con las pandillas y abordar el problema delictual de forma seria y decidida, implica que la estructura de mando de las pandillas regrese al centro penitenciario de máxima seguridad, ya que éste es un paso necesario para debilitar a sus agrupaciones criminales. Sin embargo, los cabecillas aún permanecen en presidios con medidas de seguridad menos rigurosas, desde donde continúan dirigiendo las actividades criminales de sus estrucruras.
Otros sugieren que el aumento de homicidios es una respuesta de las pandillas ante el discurso de Norman Quijano, candidato del partido de oposición ARENA. Según los que proponen esta explicación, las pandillas buscan empujar, a través de un incremento en la cantidad de asesinatos, a que Quijano abandone su postura crítica en relación a la negociación entre el Estado y los cabecillas pandilleros. La probabilidad de que este escenario sea cierto requiere que las pandillas asocien categórica e inequívocamente los homicidios con Quijano, ya que de lo contrario su impacto se limita a desgastar a las actuales autoridades.
Sin embargo, si en realidad existe una relación entre el discurso del candidato presidencial y el aumento de asesinatos, la situación de la seguridad pública es en extremo grave. Esta vinculación significaría que las pandillas han llegado a un nivel de evolución en el que sus actividades delictivas no solamente están orientadas a obtener beneficios económicos, sino que también a influenciar la dinámica política. Bajo este escenario, el sistema de seguridad pública estaría colapsado y la puerta para instrumentalización política-partidaria de las pandillas estaría totalmente abierta.
No obstante, la explicación más probable sobre el aumento en los homicidios es que éste está asociado con las particularidades del estado actual de la negociación entre el Gobierno y los cabecillas pandilleros. La mesurada dosificación de violencia materializada en el incremento de asesinatos, está orientada a lograr objetivos específicos en favor de las pandillas dentro del contexto de su negociación con el Estado.
*Máster en Criminología y Ciencas Policíacas.
@cponce_sv