Peligros de la sobrecarga

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La junta directiva cancelaría a los jugadores la próxima semana. Foto EDH/ Archivo

Por Por Pedro Roque*

2013-07-06 6:00:00

Cada vez que veo un bus, microbús, pick up o un camión tan sobrecargado, que las hojas de los resortes en lugar de curvas hacia arriba lo van hacia abajo, me imagino la fuerza y el espacio que requiere para frenar en caso de emergencia y, siempre concluyo, que si la emergencia se presenta, no tendría la condición mecánica para frenar a 60 km/h, pues por la condición de mal mantenimiento que se nota a simple vista, necesitaría unos 100 metros para detenerse. Y en caso de accidente dirían las noticias: “se le fueron los frenos, hubo tantos heridos y el motorista huyó”. Y me pregunto, si la policía de tránsito que en este año a mi me ha parado cinco veces y siempre tuve los papeles en orden, por qué no paran y por lo menos amonestan a los motoristas, que llevan tal sobrecarga de materiales y de personas.

La sobrecarga es un alto riesgo que debería ser evitada y se puede fácilmente medir. Es suficiente con contar el número de personas que no puede exceder un vehículo o bien no deben sobrecargar por encima del punto de contacto de las hojas de los resortes con los soportes adosados al chasis que los ingenieros previeron para sostener una carga determinada. Todo lo que se cargue más allá de estos límites, reduce y hasta elimina las reservas que la ingeniería del automóvil previó para las emergencias.

Es mentira que “los frenos se le van”. Lo que pasa es que los frenos tienen una determinada capacidad de frenado, calculada para determinadas cargas, pero cuando la sobrecarga es más del doble, no existen frenos capaces de detener a un vehículo en una pendiente de más de diez grados a más de 30 Km/h, y entre más se incrementa la velocidad, menor es la capacidad de frenado, y al final, irremediablemente se produce el accidente.

Pues cuando veo un camión sobrecargado con leña o con arena, además de en los riesgos antes explicados, veo muchos árboles talados y un país cada día más deforestado, que a simple vista nota cualquier extranjero, que tenemos un gran desbalance entre la deforestación y la repoblación.

Y cuando el camión lleva arena, lo que veo son ríos lavados, a tal grado que cuando se va a la Costa del Sol y se pasa sobre el puente del río Jiboa, ya he visto personas cruzando el río a pie y en algún momento del año, hasta en el río Lempa.

¿Y qué hacer? Si existen leyes de protección del medio ambiente que contemplan la conservación de los bosques y los ríos, aplicarlas a través de los medios que la misma ley prevé. Si las multas están dando resultados para incrementar los ingresos del gobierno, también se deberían de aplicar para eliminar los peligros de la sobrecarga y enfatizar la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales.

Si se investigaran los accidentes y publicaran las verdaderas causas, seguro que le daríamos más importancia a la sobrecarga como factor de alto riesgo en las carreteras.

Y de la “sobrecarga mental” con que diariamente nos bombardean los candidatos a la presidencia y los demás acontecimientos en la Asamblea, ni hablar.

*Ingeniero.

Columnista de El Diario de Hoy.

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