¿Conspira la ministra de Salud con ONGs para legalizar el aborto?

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Agentes retiran uno de los dos cadáveres de los guardias de seguridad asesinados en la colonia Escalón. Foto EDH / ??ricka Chávez

Por Por Evange de Guirola*

2013-05-13 6:03:00

Algunas actuaciones recientes de la titular de Salud, concernientes a la solicitud de un aborto “terapéutico” presentado por Beatriz ante la CSJ, causan asombro y alarma, pues ésta parece velada colaboración de ella con las organizaciones que han orquestado una campaña propagandística utilizando este desafortunado caso, a fin de legalizar el aborto en el país.

Veamos: ¿Cómo adquirieron el expediente de Beatriz activistas del aborto? ¿Por qué no se ordenó investigación interna exhaustiva dentro del MINSAL, para encontrar los responsables de violar la confidencialidad médico-paciente?

El 11-04-2013, la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico (ACPDAT), inició fuerte campaña solicitando al gobierno el aborto para Beatriz y revisión de la legislación vigente respecto al aborto. Obviamente iban tras el aborto legal.

Al día siguiente, un comité médico del Hospital de Maternidad, por consenso de mayoría, no por unanimidad, dictaminó necesario interrumpir el embarazo de B.C. por vía vaginal, indicando posibles complicaciones futuras (aún inexistentes) en el transcurso del embarazo.

El 15-04-2013, la ministra remitió el informe médico a la Corte. También solicitó autorización legal para practicarle un aborto “terapéutico”.

¿Engañó la ministra con su información a los medios de comunicación? ¿Coinciden sus declaraciones con las de las activistas del aborto?

¿Por qué afirmó que Beatriz tenía insuficiencia renal y que estaba a punto de morir? Y si estaba tan grave¿por qué no la mantuvo ingresada en el hospital antes de que la Corte dictara las medidas cautelares? ¿Se le ocasionó un daño emocional al hacerle pensar que iba a morir si no le “sacaban al niño”? ¿Por qué motivo solicitó un aborto, procedimiento cruel e inhumano para el nonato y muy arriesgado para la madre, en lugar de un parto inducido o una cesárea? ¿Por qué insistió en disminuir el tiempo de gestación, contradiciendo lo que decía el informe médico? ¿Es correcto que haya anunciado que el hospital estaba listo para practicarle un aborto “terapéutico”?

¿Aprueba el MINSAL que dos miembros de la ACPDAT formen parte de la Comisión Nacional de Bioética? ¿Permite que estas activistas permanezcan adentro del hospital, mientras que familiares de otras pacientes sólopueden ingresar durante horas de visita?

Gracias a la sabiduría de los honorables magistrados de la Sala de lo Constitucional, que de entrada ordenaron medidas para salvaguardar la vida de Beatriz y luego solicitaron una segunda opinión, un peritaje del Institutito de Medicina Legal, ahora se sabe que se encuentra estable, y que se puede intervenir para salvarla si el cuadro se complica.

Al salir la verdad a luz pública, la actitud de la Dra. Rodríguez se vuelve aún más desconcertante. ¿Alguna vez se ha visto que un ministro de Salud abusivamente descalifique la opinión científica del Instituto de Medicina Legal, de peritos de las asociaciones especialistas en lupus e insuficiencia renal y la del Colegio Médico? Preocupa que manifieste que Beatriz puede ser intervenida en el extranjero porque “es dueña de su cuerpo”.

¿Por qué insiste en que necesita autorización de la CSJ para inducir el parto a Beatriz? Si esto fuera cierto, entonces, ¿cómo han procedido los médicos cuando una paciente presenta una preeclampsia? ¿Acaso se han presentado a la Corte a solicitar autorización?

Estas aseveraciones pueden ocasionar confusión a médicos y exponer al peligro a pacientes que presenten una emergencia comprobada. Los actos de la ministra y ONGs ameritan ser investigados y analizados para determinar responsabilidades.

*Colaboradora de El Diario de Hoy.