“No es cierto, señor presidente”

el discurso El presidente Funes parece olvidar que al desprestigiar la labor de los gobiernos que le precedieron, insulta y humilla a muchos salvadoreños, y hace el ridículo ante los organismos internacionales

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elsalvador.com

Por Por Teresa Guevara de López*

2013-04-27 5:03:00

Afortunadamente, analistas como José Miguel Cruz, profesor asistente de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, pone en tela de juicio las afirmaciones de FunesEn la reunión convocada por el Banco Mundial y el BID en Washington, el presidente Funes dijo en su ponencia que “antes de su gestión, durante los 20 años de ejercicio en el poder de la derecha salvadoreña, existían desde el gobierno hacia la sociedad prejuicios y visiones ideológicas estrechas que sembraban la idea de que un ser humano, por la sola convicción de nacer en la pobreza, no tenía derechos”.

Afirmación ofensiva para la dignidad y el honor ciudadanos, porque además de ser injusta y falsa, puede fácilmente rebatirse, no sólo en los medios locales, sino por los académicos, empresarios, representantes de tanques de pensamiento y de organismos multilaterales allí invitados. Porque precisamente, durante esos gobiernos de la derecha, disminuyó la pobreza, la economía creció, a pesar de la reciente guerra y de dos destructores terremotos.

Porque, sin populistas ni demagogos, esos gobiernos, el sector privado y las iglesias, mostraron gran preocupación por lo social, mediante programas de desarrollo humano, que ayudaron a la gente a mejorar su calidad de vida, insertándolos en el sector laboral y mediante la enseñanza de valores.

También añadió que “Los jóvenes salvadoreños sólo tienen dos caminos: o migrar acá, a los USA, en busca de oportunidades, que el Estado salvadoreño no es capaz de asegurarles en su propio país, o meterse al mundo criminal de las pandillas como una forma de supervivencia.” Al mandatario no le dio vergüenza confesar que su desafortunado gobierno, no ha sido capaz de crear empleos, ni propiciar el clima de confianza necesario para generar inversión local y extranjera. Pues por la pésima selección de sus funcionarios, faltos de conocimientos y experiencia, elegidos únicamente por su filiación partidaria, los programas de subsidio al gas, vivienda para todos, y hasta los paquetes escolares, han sido rotundos fracasos, causa de pérdida de miles de empleos y quiebra de muchas pequeñas empresas, además de un desperdicio de varios millones de dólares.

Anunció la redirección de esos programas sociales a los municipios libres de violencia, y que la fabricación de zapatos y uniformes, será asignada a talleres formados por pandilleros. Imposible creer que en los 15 meses que todavía le restan en el Ejecutivo, tendrá la capacidad de organizar un proyecto de tal envergadura.

Y finaliza justificando que “delitos como la extorsión, el robo y el hurto constituyen el modo de vida de estas decenas de miles de jóvenes, que de esta manera ayudan a mantener a sus familias, porque son los ingresos que les permiten subsistir”. Lo que ha despertado una legítima reacción de cólera y rechazo, ya que calificar las acciones criminales, como un modus vivendi, es ofender a miles de salvadoreños honrados, que por la pésima gestión del gobierno FMLN, no han encontrado trabajo y se ven agobiados por la criminalidad y extorsiones de los pandilleros.

Afortunadamente, analistas como José Miguel Cruz, profesor asistente de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, pone en tela de juicio las afirmaciones de Funes, considerándolas “peligrosamente ambiguas y comprometedoras”. Otro reconocido especialista, Douglas Farah, considera que tales planteamientos, no despejan las dudas surgidas en los organismos internacionales sobre las soluciones sugeridas por el mandatario. Con excepción del Secretario General de la OEA, señor Insulza, carente de credibilidad y autoridad moral.

El presidente Funes parece olvidar que al desprestigiar la labor de los gobiernos que le precedieron, insulta y humilla a muchos salvadoreños, y hace el ridículo ante los organismos internacionales, que manejan información legítima y veraz. ¿Quién estará encargado de redactar semejantes discursos?

*Columnista de El Diario de Hoy.