El Salvador merece algo mejor

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Edwin Ernesto Rivera Gracias, fugitivo salvadoreño, a su llegada a Colorado, donde será enjuiciado por un asesinato. Según el FBI, se entregó voluntariamente ayer. Foto EDH / Tomada del Denver Post

Por Por Julia Regina de Cardenal*

2013-03-27 6:03:00

Nuevamente experimentamos otro atentado a la Constitución y la institucionalidad en la elección de la Corte de Cuentas. Los salvadoreños no podemos seguir quedándonos en quejas estériles, debemos hacer valer nuestros derechos de ciudadanos. Tenemos la obligación de observar quiénes son los responsables de estos actos que afectan el bienestar de todo el país, para corregirlo o hacer que paguen el costo político de dicha acción.

¿Con quiénes están asociados los protagonistas de estos actos? ¿Qué objetivos tienen? ¿El bien del país o el interés egoísta propio? No es coincidencia que son los mismos grupos que han puesto en peligro la institucionalidad anteriormente en la aprobación del decreto 743 y cuando algunos diputados desacataron los fallos de la misma Sala con respecto a la elección de magistrados de la CSJ.

Asimismo debemos felicitar a Gregorio Sánchez Trejo y a Javier Bernal porque ejemplarmente han tomado la decisión correcta, digna y honorable de apartarse de la Corte de Cuentas, a pesar de habérseles puesto la jugosa tentación del poder.

Con respecto a violaciones a nuestra Constitución, con motivo del Congreso Europeo de Farmacia Hospitalaria, que acaba de terminar en París, el investigador y farmacéutico Emilio Jesús Alegre del Rey se suma a muchos estudios que se han hecho en los últimos años sobre la Píldora del Día Siguiente (PDS) con las mismas conclusiones.

El informe explica los mecanismos de acción de la PDS, señalando que no es muy efectiva para reducir la probabilidad de la concepción. Demuestra que es falso que la PDS tenga sólo efecto anovulatorio, puesto que la PDS solamente evita la ovulación si se toma al menos dos días antes de que ésta tenga lugar. Y cuando no se consigue esto, se producen otras alteraciones como la de impedir la implantación, provocando abortos en la primera fase del embarazo eliminando al embrión. Entre el 35 al 50% ejerce acciones posteriores a la fecundación.

Este estudio, así como otros similares anteriores, deberían modificar las valoración de organizaciones gineco-obstétricas, como la Federación Internacional de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, que niegan el efecto abortivo de la PDS. Deberían actualizar sus conclusiones y velar por el bienestar de los pacientes, embrión y madre, no sólo por el negocio de fabricantes, promotores y vendedores de la PDS.

En El Salvador, a pesar de que el artículo 1 de la Constitución dice: “Se reconoce como persona humana a todo ser humano desde el momento de la concepción”, este abortivo se sigue dispensando sin límite de edad ni prescripción médica. Es triste ver cómo farmacias y personas que se deberían dedicar a velar por la salud, abandonan su vocación por un negocio que mata seres humanos indefensos y que los gobernantes que deberían de proteger su vida y defender las leyes, las traicionan.

Estamos en Semana Santa, tiempo para meditar todo lo que Cristo sacrificó por cada uno de nosotros. No seamos como los que el Domingo de Ramos le alababan y unos días más tarde gritaban “crucifícalo”: políticos que deseaban servir a los demás pero ahora se aprovechan de ellos para tener más poder; encargados de velar por la salud de los demás se sirven de los problemas de la salud para enriquecerse; medios de comunicación que deben informar la verdad, se venden al que paga más.

Nunca es tarde para pedir perdón y enmendar como Pedro después de negar a Jesús 3 veces, sigamos su ejemplo por el bien de todos.

*Columnista de El Diario de Hoy.