Nuevamente nuestros queridos Padres de la Patria han creído que están por encima de las leyes y han pretendido burlar la sentencia de la Sala de lo Constitucional sobre la elección de los magistrados de la Corte de Cuentas. La sentencia de la Sala ordenaba volver a elegirlos y exigía que se garantizara que los nuevos magistrados tuvieran independencia partidaria, idoneidad y honradez notorias.
La semana pasada eligieron a Gregorio Sánchez Trejo, Silvia Aguilar y Tránsito Bernal. Días antes Aguilar y Bernal, miembros históricos de GANA y del FMLN, respectivamente, habían renunciado a su afiliación partidaria para cumplir con la letra de la ley, pero no con su espíritu. Creyeron que se burlarían nuevamente de nosotros los ciudadanos y de la Sala. Cometieron una ilegalidad que se conoce como fraude de ley.
La enciclopedia en Internet Wikipedia dice que “se denomina fraude de ley al método de incumplimiento indirecto del Derecho en el sentido de (lograr) un resultado contrario al conjunto del orden jurídico determinado alcanzado a través de la puntual observancia de lo dispuesto en la norma jurídica.”
Es un aparente cumplimiento. Cumplo, pero miento. ¡Cómo creer que Aguilar o Bernal dejarían de responder a directrices partidarias sólo por haber coyunturalmente renunciado a su afiliación partidaria! Aguilar ha sido colaboradora especialmente cercana del ex presidente Saca y ha pertenecido a GANA desde sus inicios. Según también Wikipedia, una de las primeras formulaciones sobre este fraude encontrado en el libro de Paulus dice que “obra contra la ley el que hace lo que la ley prohíbe, y en fraude el que salvadas las palabras de la ley elude su sentido”.
Mal también hizo ARENA en simplemente abstenerse de votar ante tanta aberración. ¿Cómo podemos confiar en el cambio de ARENA si en lugar de dar signos inequívocos de respetar la Constitución parecen simplemente titubear, porque quizás en conjunto no les convenía la composición de la Corte de Cuentas? Espero que no me digan que hemos avanzado, porque en el 2011, no sólo se abstuvieron, sino que votaron a favor del decreto 743 que buscaba destruir la independencia de la Sala.
Nuevamente las fuerzas políticas del país comienzan a alinearse para defender a la Sala de lo Constitucional o para destruirla. El presidente Funes, al igual que la vez pasada con el decreto 743, comienza alineándose con las fuerzas que atacan nuestra Constitución. Es inaudito que argumente que no son culpables de la falta de institucionalidad los que cometen fraude de ley, sino que aquellos que buscan defender la Constitución. Para gobernar se requiere de adecuados asesores jurídicos y no únicamente de olfato político, porque entonces podemos sacrificar las leyes por ganar popularidad. Y en este caso, ni siquiera creo que gane popularidad.
Los diputados legislaron sin obedecer a otro poder del Estado. La Sala les había ordenado. Ellos en fraude atendieron las palabras de la ley, pero eludieron su sentido. Ojalá que en esta ocasión podamos superar la crisis atendiendo la raíz del mal que ha sido el incumplimiento de la sentencia de la Sala por parte de la Asamblea Legislativa. ¡Seamos radicales y vayamos a la raíz de las cosas!
*Columnista de El Diario de Hoy.