El que no vive para servir, no sirve para vivir

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elsalvador.com

Por Por Julia Regina de Cardenal*

2013-02-27 6:03:00

Esta misma frase se puede utilizar cambiando la palabra vivir por gobernar, pero desafortunadamente muchos de los que están en el poder o quieren llegar de nuevo al poder no lo entienden. Arremeten personalmente contra los que “se atreven” a señalar sus errores justificadamente y con rectitud de intención por el bien del país.

Este Gobierno constantemente ataca a las gremiales empresariales que en la historia han apoyado las iniciativas correctas que gobiernos hacen en beneficio de la población, pero también han hecho las críticas que considera oportunas de diferentes gobiernos cuando se atenta contra la institucionalidad, la democracia, la justicia y la libertad, aunque esto signifique un desgaste o molestar a gobernantes.

El presidente Funes ha tratado de minimizar la importancia de gremiales como la Cámara de Comercio e Industria, la cual tiene más de 2,400 empresas socios y ANEP que representa más de 45 gremiales, con miles de afiliados cada uno. Cuando le molesta que le digan la verdad parece que no puede controlar su cólera y sale públicamente diciendo incongruencias, que desdicen de un presidente. Últimamente está arremetiendo contra FUSADES por revelar cómo ha aumentado la pobreza.

Es inaceptable que políticos que deben de dar el ejemplo en educación, no quieran escuchar los señalamientos correctos y no sepan debatir civilizadamente para defender sus ideas, sino que por el contrario hacen ataques personales para desacreditar los que se les oponen. Algunos llegan hasta a esconderse detrás del fuero para inventar calumnias y obscenidades que difunden cobardemente anónimamente.

Pero el colmo es que ellos son los que se atreven a poner demandas a personas honorables en un intento de amedrentarlos o callarlos, pero les salió el tiro por la culata. También intentan descalificarlos acusándolos de hacer política partidista, cuando en realidad cumplen con su responsabilidad de interesarse en lo que sucede en la política, para vigilar que el entorno de los negocios y la calidad de vida de los salvadoreños sean protegidos.

La empresa privada ha colaborado con los diferentes gobiernos participando en reuniones en donde se discuten problemas como la inseguridad, la falta de empleo, la pobreza, etc., presentando propuestas de solución. Sin embargo el Gobierno actual, lamentablemente mantiene una actitud antagónica y de enfrentamiento hacia las gremiales empresariales, que defienden principios y no intereses particulares como algunos políticos cerrando canales de diálogo y provocando más tensiones.

Este Gobierno sabe perfectamente que los empresarios son los que producen riqueza, fuentes de trabajo, pagan los impuestos de donde salen los salarios de los gobernantes y además, mantienen la mayoría de los proyectos de solidaridad, ayuda social y caridad en beneficio de la población.

Ahora viene el expresidente Saca a tratar nuevamente de reelegirse hablando de la experiencia que logró adquirir cuando fue gobernante, cuando los índices de desarrollo se empezaron a desplomar y la pobreza se comenzó a incrementar en su Gobierno desde 2006, dos años antes de la crisis económica mundial. Digo nuevamente porque él trató de cambiar la Constitución cuando terminaba su período de Gobierno para poder reeligirse. La coalición que ha conformado con otros partidos políticos para ser candidato se llama “movimiento unidad”, que más bien es un movimiento de división.

Ni el populismo de derecha ni de izquierda han resuelto los problemas sino todo lo contrario. El Salvador necesita líderes que realmente sirvan no se sirvan ni engañen y empobrezcan nuestro país; que defiendan el sistema de libertades, la justicia y la seguridad.

*Columnista de El Diario de Hoy.