Amor y amistad

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El jugador de Chelsea, Frank Lampard, segundo desde la izquierda, festeja con sus compañeros tras anotar un gol contra Wigan. Foto EDH / AP

Por Por Pedro Roque *

2013-02-09 6:01:00

¡Yo quiero tener un millón de amigos!, dice la canción. Hoy con las redes sociales es posible, si se registra en todas en varios idiomas y hace muchas veces clic. ¿Pero de verdad son amigos? Depende cómo entienda la amistad.

¿Usted tiene amigos? Es decir, personas en las que tiene confianza y ellos la tienen en usted, dispuestas a apoyarlo en sus proyectos y que usted haría lo mismo por ellos sin esperar nada a cambio y de quienes seguramente usted sería fiador y ellos también lo harían por usted. Solamente quienes pasen estos filtros en los buenos y en los malos tiempos, son a los que, según mi punto de vista, se pueden llamar amigos.

Los otros, son personas a las que por algún motivo apreciamos y nos aprecian; pueden ser por salir juntos a tomar una copa, ir al fútbol, por favores ocasionales, intereses políticos, ser colegas en la empresa, ser vecinos o conocidos con quienes en algún momento se tuvo un objetivo común.

Yo, tengo pocos amigos, no más de cinco entre mujeres y hombres.

Y con relación al amor, lo normal, supongo, es que todos tengamos menos, pues enamorarse es menos frecuente que crear una amistad. El enamoramiento puede suceder muy rápido, a primera vista, o requerir más tiempo para conformarlo. ¿Sabe cómo funciona el proceso del enamoramiento, que si va bien, termina en amor? Compruébelo con alguien a quien usted ama o amó en algún momento, pues el amor, puede ser temporal.

La primera fase es la “admiración”, que no siempre es por la belleza, la elegancia, la riqueza o cualquier otro rasgo que se ve a simple vista. La admiración puede también ser intelectual, cuando una persona idealiza a otra. El siguiente paso es la “atracción”, uno se siente magnetizado cuando se encuentra con la otra persona y busca o crea las oportunidades para estar cerca, sentir la cercanía y que la otra persona sienta y vea que uno está ahí. Y en tercer lugar, si hay correspondencia se pasa al “enamoramiento”, durante el cual se siente aún más la importancia y el placer de estar cerca del otro, y si en esta fase hay respuesta positiva y el enamoramiento es recíproco, se pasa a la fase del amor, en la cual se siente que una persona es el complemento de la otra y entre los dos hacen uno.

En lo familiar sentimos el amor materno y paterno, el fraternal y el filial hacia los hijos y nietos. Luego también existe al amor a los animales, la naturaleza o al país donde vive o donde se nació.

Con la amistad es diferente, para hacer amigos hace falta tiempo, pues el tiempo y las circunstancias son las que van proponiendo las situaciones con las que se va forjando la amistad recíproca, a través del apoyo mutuo, en las situaciones favorables y las desfavorables, las alegrías y las tristezas.

Descritas así las cosas, estará de acuerdo, que amigos hay pocos y menos son las personas de las que de verdad nos enamoramos y amamos.

Y con los regalos que dará y recibirá el 14 de febrero, ojalá que sean para cultivar una amistad sincera o confirmar un enamoramiento.

* Ingeniero. Columnista de El Diario de Hoy.