“Coman mosquitos, cuará, cuacuá”

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elsalvador.com

Por Por Teresa Guevara de López*

2013-01-05 6:00:00

Los adultos recordamos a Gavilondo Soler, cantante mexicano que alegró tantas horas infantiles, con sus encantadoras canciones, siendo una de las más conocidas, la que narra la historia de la patita. Simpático personaje que va al mercado, y va contando en su bolsita, los centavitos para darles de comer a sus patitos. Se ha enojado, por lo caro que está todo en el mercado. Sus patitos, ya no tienen zapatitos, y su esposo, que es un pato sinvergüenza y perezoso, cuando le pida, contestará: “Coman mosquitos, cuará, cuacuá”.

Y esta parece ser la recomendación que durante este año, nos han venido dando algunos funcionarios y personajes del quehacer nacional, en vista de la apretada situación económica que golpea despiadadamente los bolsillos de la población.

El presidente del BCR dijo que si los ciudadanos podían visitar en fines de semana restaurantes de comida rápida, también están en capacidad de pagar más impuestos. Este indiscutible primer lugar, se lo quitó don Catalino busero, urgiendo al pueblo a privarse del celular, para pagar el aumento del pasaje.

El Presidente Funes y la Asamblea, también avalaron la ingrata medida que nos dejó en herencia el Presidente Saca, de apropiarse hasta del 50% de los fondos de las AFP, para cubrir el faltante en el ISSS, verdadera estafa a tantos que han trabajado durante muchos años para lograr un retiro digno.

El titular del VMT, apoya la recomendación, al cargarnos con un impuesto injusto a quienes tenemos vehículo, para llevar más fondos a las mal administradas arcas del Estado, sin importarle el golpe al presupuesto familiar.

Y el ministro de Hacienda, enfáticamente repite la recomendación del Presidente Funes, de una política de austeridad, en los gastos del sector público. Esto constituye una burla despiadada, ya que la clase media y los sectores más vulnerables de la población, llevan tres años de una obligada austeridad, mientras los funcionarios públicos, contando pisto frente al pobre, derrochan los recursos del Estado.

¿No es derroche que CAPRES haya contratado servicio de alimentos de uno de los restaurantes más exclusivos del país, para sus reuniones de rutina, y que sirva el güisqui más caro en sus recepciones? De igual manera, la Asamblea Legislativa sigue despilfarrando dinero ajeno, en viajes de turismo, que no benefician al pueblo, sin informar el objeto de los mismos, ni el rumbo que tomaron los viáticos cobrados. La CSJ no conoce límites en cuanto a clientelismo y favoritismo en las contrataciones, y recetarse jugosísimos bonos es ya una establecida costumbre en los tres órganos del Estado. ¿Les remorderá la conciencia?

Las voces de economistas y empresarios pidiendo prudencia y recorte en el aparato estatal, no sólo caen en el vacío sino que son causa de frases ofensivas y acusaciones de parte del Presidente en su programa sabatino, y en cuanta oportunidad tiene de dirigirse a la población, especialmente al sector más golpeado por la pobreza, haciendo alarde de sus programas sociales, y acusando a gobiernos anteriores de la difícil situación que enfrentamos.

Se nota que muchos funcionarios del gobierno, no fueron elegidos por meritocracia ante la pésima gestión realizada, y están allí para componerse, pues nunca antes gozaron de tanto bienestar, por lo que no están dispuestos a llevar a cabo una verdadera política de austeridad, y se permiten la burla de hacer recomendaciones como la de la patita de la canción: “coman mosquitos, cuará, cuacuá”, sin pensar que la situación se está volviendo tan dura, que si Dios no hace un milagro, ni los mosquitos van a alcanzar para todos.

*Columnista de El Diario de Hoy.