El Salvador de los próximos años

descripción de la imagen
Sergio Ramos, del Real Madrid, marca al noruego Vadim Demidov, del Celta de Vigo, durante elp partido de la Copa del Rey. Foto EDH / AP

Por Por Rodolfo Chang Peña*

2013-01-10 6:04:00

Si los salvadoreños sensatos no reaccionan y rescatan el país de tantos yerros, desaciertos que nos han hecho retroceder y embestidas tributarias que a la postre afectan los bolsillos de todos no cabe duda que los “cambios para atrás” continuarán profundizándose. Preocupa y causa tristeza que todo se politiza en forma enfermiza antes de tomar una decisión, se privilegia el populismo barato y se confunde la personalidad y carácter con la prepotencia y ante la ausencia de sabiduría se echa mano del desplante, autoritarismo y ostentación.

Al ritmo que vamos se impondrán los municipios santuarios aún cuando su implementación vulnere el marco legal existente y todo apunta a que tendrán su propio gobierno. Ante la incapacidad de los pandilleros de modificar su programación cerebral, ya que prácticamente ninguno deja de reincidir, lo que harán es ir a delinquir a otra parte y entonces ¿cuál es el beneficio para la sociedad? Y ante la laxitud del entorno legal será imparable en esos lugares el surgimiento de negocios de drogas, armas y municiones, explotación de jovencitas y otras lacras.

El presidente de la república podrá ser cualquier salvadoreño y como parece que ya no importan la moralidad e instrucción notorias los requisitos serán ser popular, usar mímica exagerada y tener verborrea. Las virtudes de estadista, persona culta y mesurada, organizada y puntual en los compromisos, tolerante y diplomático valdrán sorbete.

En la contienda electoral triunfará el partido que tenga más recursos para comprar la voluntad de los electores con títulos de propiedad, bonos, comilonas, ropa, chancletas “frog” y guacales de plástico. La ideología, programas de gobierno y oferta electoral son cosas que no existirán en el “trompabulario” de la nueva clase política.

Como pretenderán resultados inmediatos a cualquier costo surgirá el “subsidio pacificador” que consistirá en pagar a los criminales y malandrines para que no cometan fechorías de conformidad con una tarifa justa, equitativa y consensuada con los delincuentes. Para dar trabajo a los amigos ya no serán ochenta y cuatro diputados sino cuatrocientos veinte y los asesores se contarán por varios millares. La avalancha de mediocridad obligará a fundar una escuela de capacitación avalada por alguna universidad de Nicaragua o Bolivia con opciones en las áreas de Cultura General I y II, gastronomía elemental, idioma nacional I y II, Manual del Chivo Moderno y danza precolombina.

Salud y Justicia harán un convenio para ofrecer a los pandilleros convictos la conmutación de cinco años a cambio de donar un riñón con la idea de despertar la conciencia ciudadana, porque podrán seguir delinquiendo con normalidad y a la vez salvarán una vida.

*Dr. en Medicina.

Colaborador de El Diario de Hoy.