Carta a la gente de Suchitoto

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Roca contaría solo con cuatro legionarios contra Honduras. Foto EDH/Cortesía Fesfut

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2015-05-11 10:00:00

Estimados amigos en Suchi:

El domingo pasado estuve en su linda ciudad. Todavía encontré en la plaza la gigantesca carpa del circo presidencial llamado “Buen Vivir”. Me contaron que una docena de trabajadores vinieron a montarla el miércoles, se tardaron tres días, cabal para que el sábado tuviera lugar el reality show presidencial “Gobernando con la Gente”. Así como se ve, se tardarán otros tres días para desmontar la carpa.

Juntos con los hombres de la carpa llegaron a Suchitoto: el equipo de avanzada de Seguridad, y el sábado el Batallón Presidencial, en varios buses y camiones, para establecer los diferentes cordones de seguridad para la visita del señor presidente.

También días antes del evento llegaron a Suchitoto los encargados de la Secretaría de Participación Ciudadana y de la Secretaría de Cultura de la Presidencia, y comenzaron a planificar el evento: identificar a los representantes “del pueblo”, de las organizaciones populares y comunitarias, que iban a estar en el auditorio bajo la carpa; definir quién iba a hacer qué tipo de preguntas sobre qué tipo de problemas; escoger los niños que iban a saludar al presidente y los artistas locales que iban a presentarse.

Luego vino un pelotón de los productores y técnicos, para montar audio y escenografía; otro pelotón de camarógrafos y sonidistas, para preparar la grabación del reality show y su transmisión en vivo en el Canal del gobierno.

Los hoteles estaban llenos con tantos equipos de avanzada.

Y en la madrugada del sábado 9 de mayo, Suchitoto vio un desfile inusual invadiendo y paralizando la ciudad: los camiones y pickups con los materiales de todos los ministerios e instituciones autónomas que componen este circo rodante del “Buen Vivir” y que cada segundo sábado se moviliza al pueblo o barrio escogido como escenario de “Gobernando con la Gente”. Y luego entró a Suchi una interminable caravana de carrazos con ministros, funcionarios, jefes policiales, directores de programas gubernamentales, secretarios y subsecretarios de la Presidencia , y con el Presidente de la República su señora.

Cuando todo estaba listo, cuando ya el pueblo organizado y los funcionarios estaban sentados debajo de la carpa, y el pueblo no organizado había tomado puesto en los amplios corredores de la plaza, alguien dijo “corran cámaras” y el show comenzó, todo según el guión escrito en Casa Presidencial: discurso del presidente, presentación de “los líderes y las lideresas” así como de los ministros y funcionarios; preguntas y solicitudes de los voceros anteriormente escogidos; respuestas de los funcionarios. Y según me contó uno de mis vecinos del barrio Concepción, quien observó todo desde la sombra del portal norte, “tampoco podía faltar el payaso”, y me reseñó el discurso de Napoleón Duarte, el ministro de Turismo…

Este domingo en la tarde, tomando cerveza en la “Casa de la Abuela” a la par de la Iglesia de Santa Lucía, con unos amigos hicimos la cuenta de cuánto habrá costado este espectáculo. “Unos 150 mil dólares, mínimo 120 mil, tomando en cuenta el despliegue de Seguridad, la carpa del circo, los vehículos, la producción televisiva, la publicidad, las horas extra para cientos de trabajadores y funcionarios, y toda la logística”, fue el veredicto de un amigo que es experto en la organización de este tipo de eventos publicitarios.

Todo esto para traer el famoso pero nunca bien definido “buen vivir” a Suchitoto. Pero, ¿qué impacto sostenible tiene este show para la gente de Suchitoto? Los circos levantan carpa, hacen sus numeritos, divierten a la gente y se van a otro pueblo. En Suchitoto existen varios proyectos maravillosos, que tienen gran impacto sobre el desarrollo de los jóvenes y las comunidades, pero hacen su trabajo con las uñas, siempre al borde de la quiebra. Con lo que gastaron en este espectáculo de tres horas, se hubiera podido complementar el presupuesto anual de dos de estos proyectos: el “Centro de Arte por la Paz”, que tiene un impacto directo sobre más de 200 jóvenes, con sus programas de formación artística, cultura de paz y prevención de violencia; “Esartes”, con su innovadora escuela de teatro, que trabaja con 80 jóvenes de comunidades rurales. O se hubiera podido volver a abrir la “Escuela Taller”, cerrada por falta de fondos, que durante un par de años formó cientos de jóvenes de Suchitoto en profesiones como electricista, carpintero, albañiles y técnicos de restauración de edificios históricos.

A ustedes, la gente de Suchitoto, les vinieron a dar circo, pero no les dan pan. Si lo del “buen vivir” quiere ser más que populismo, tiene que estar vinculado a proyectos concretos y sostenibles. Si no, es pura propaganda.

La próxima vez que llegue el presidente a Suchi, deberían decirle lo que realmente necesitan. Saludos, Paolo Lüers