Carta al Asocio Público Privado-Tico-Salvadoreño

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??stor Escalante, superintendente de la SIGET, defendió las subasta la semana pasada ante el Congreso. foto edh /

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2014-05-19 7:00:00

Querido bailarines:

El Teatro Luis Poma, en su página Facebook, anuncia su show de danza “No Yo Tú” con estas palabras: “La danza es un poema en el que cada movimiento es una palabra.”

No sé a quién se le ocurrió poner esta frase, a la gente del Poma o a alguien de ustedes – pero si fuera por este anuncio, no voy a ver este espectáculo. Repito aquí lo mismo que contesté al Poma en Facebook: “No. Lo bueno de la danza es que no se traduce en palabras. Por tanto, nunca en mentira. Quererla traducir a palabras, la reduce.”

Fui al Poma a ver esta danza, porque me moría de curiosidad. Quería ver si mi love affair con esta su tropa loca (que yo llamo “El Asocio Público-Privado-Tico-Salvadoreño”), que hace exactamente un año me sedujo a romper mi regla de nunca ir al teatro, y además a dedicarles una carta ( HYPERLINK “http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion_cartas.asp?idCat=74773&idArt=7905182” Carta a los bailarines de “Desplazados”), era un asunto de una sola noche o amor verdadero…

Luego de ver “No Yo Tú”, tengo que confesarles: es amor verdadero. Esta frase que puse en Facebook se me ocurrió cuando los vi bailar. Gozo tanto de la danza, porque nadie me habla. Me puedo relajar, porque no tengo que estar pendiente de mentiras.

Ustedes me entenderán. Pero, ¿cómo diablos hago para que los otros lectores de esta carta entiendan de qué diablos estoy hablando? Digo, los que nunca van al teatro (no, como yo, por regla nacida de frustración, sino simplemente porque nunca se les cruzó por la cabeza) – y mucho menos a ver danza moderna…

Voy a tratarlo: Estos cabrones ticos y salvadoreños bailan como mimos. Pero no como los mimos-payasos que aquí se conocen, sino mimos-actores y mimos-acróbatas. Mimos que expresan con la cara y gestos lo que palabras no pueden decir sin peligro de caer en panfleto o cursilería. Y esto lo combinan con danza, con elegancia, con un gran musicón de ópera y rock… y lo mejor de todo, con humor. La tercera pieza del show (“No Yo Tú”) es como un postre: Byron Nájera (de nuestra Compañía Nacional de Danza) y los hermanos ticos José y Diego Álvarez presentan en esta pieza final una danza que reivindica el cine mudo de Buster Keaton y Charly Chaplin – que también me gusta tanto, por la misma razón: no me hablan, no me mienten. No me quieren convencer de nada.

¿Por qué menciono lo del Asocio Público-Privado? Porque Byron Nájera y Elsy Gómez, la bella estrella de la segunda pieza llamada “Idea de un Hombre Viejo”, son parte de nuestra estatal Compañía Nacional de Danza, igual que Carol Marenco, la coreógrafa de la segunda pieza. En este show actúan como artistas independientes, juntos con los ticos que provienen de dos grupos profesionales independientes. La danza necesita de la estabilidad que le dan una compañía estatal y una escuela nacional, pero también de la irreverencia y libertad de los independientes. En el arte, como en la inversión económica, si se sabe combinar lo privado con lo público, salen grandes obras.

Ustedes deberían asesorar a los nuevos titulares de PROESA y la Secretaría Técnica de la Presidencia y explicarles cómo sacar obra creativa de la correcta combinación de lo público con lo privado. Del platal que el gobierno paga a consultores ustedes podrían montar cantidad de espectáculos. Yo lo voy a proponer al profe… Bueno, por lo menos que en el nuevo Ministerio de Cultura los tomen en cuenta – no para cargos, sino para que apoyen sus proyectos…

Mientras tanto, sigan produciendo arte con las uñas y con ganas.

Los amo, Paolo Lüers

Posdata: Me faltó mencionar la primera pieza llamada “Intáctil”, bailada por los ticos José Álvarez y Adrián Arriaga. Para mi, la coreografía más impactante de la noche: danza y arte mímico en perfecta fusión, sin fisuras, sin vacío, sin un solo movimiento, gesto o expresión facial que sobre.