Carta al doctor Quijano

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2013-09-16 7:00:00

Estimado Norman:

Declárese culpable, pague la multa, ¡y ya! De todos modos, no robó nada —a diferencia de otros. Nadie lo acusa de esto, no tomando en cuenta los spots de Gana que nadie toma en serio… Ustedes pasaron medio millón de dólares de una gaveta de la caja municipal a otra, cubriendo una necesidad legítima de la alcaldía, pero para la cual no eran autorizados estos fondos. Es como el hijo que gasta en chuchería la mesada que tiene para el bus. No como el hijo que le roba pisto a la cartera de su mamá…

A usted le investigan por malversar fondos. La definición de malversar es: Apropiarse o destinar los caudales públicos a un uso ajeno a su función. Usted no se apropió de nada, pero sí destinó fondos de Fodes a un uso ajeno a su función, la reforma del catastro. Declárese culpable. No es nada lesivo al honor hacerse cargo de una decisión administrativa equivocada, además ya corregida. Los fondos ya fueron devueltos a la gaveta correcta. La Corte de Cuentas lo tiene que multar, usted y sus concejales pagan la multa, y le tienen que dar su finiquito…

Dejen de inventar sobre un caso relativamente sencillo —y poco relevante. Concentrémonos en los casos donde se ha sobornado, donde se ha robado, donde se ha hecho daño al patrimonio nacional.

Pero ahí también le tengo que decir: No se llene la boca de promesas que no podrá cumplir. Usted ya casi suena como Funes en el 2009: ¡Voy a echar presos a los corruptos de este gobierno! Cuidadito, no prometa lo que no puede cumplir. Y nunca saque la pistola si no está dispuesto a disparar —y sin estar seguro si el arma funciona y está cargada.

Lo que un presidente puede (y debe) hacer es crear las condiciones institucionales para que la fiscalía y los tribunales hagan justicia. No queremos ningún presidente para echar preso a sus adversarios. No es la función de un presidente. Queremos un presidente que construya una institucionalidad donde los poderes funcionen y, de manera independiente y profesional, cumplan sus tareas: investigar, acusar, condenar. No por orden del presidente, sino por orden de la Constitución. Suficiente con un presidente que se hizo el ridículo amenazando con echar preso a un montón del gobierno anterior, para luego aliarse con ellos…

Ya que le estoy dando consejos no solicitados: No caiga en el oportunismo de cortejar al senador Patrick Leahy, solo porque ahora critica al gobierno de Funes. Es un error pensar que todos los enemigos de nuestros enemigos sean nuestros amigos. Leahy critica a Funes y el proyecto Fomilenio II con argumentos equivocados, queriendo imponer al país (y a su próximo presidente) a la fuerza del chantaje las políticas de seguridad pública de Estados Unidos —que giran alrededor de su fracasada guerra contra del narcotráfico, no alrededor de los problemas nuestros. Y aunque cueste admitirlo: Funes tiene razón en rechazar esta intromisión de Leahy. Hace un par de meses, Leahy nos quería obligar a extraditar a los oficiales salvadoreños para que sean enjuiciados en Madrid. Ahora exige a Funes que despida al general David Munguía Payes. ¿Por qué? Porque para Leahy y Cia. el general fue un obstáculo cuando ofreció a los oficiales protección en un cuartel —y porque es obstáculo hoy, cuando quieren supeditar nuestra política de seguridad pública a los lineamentos del aparato de seguridad nacional de Estados Unidos.

Saludos, Paolo Lüers