La entrega del paquete agrícola no mejoró la productividad del agro

Expertos de Fusades y Camagro aseguran que debe priorizarse la capacitación técnica y el desarrollo de infraestructura en el Programa de Agricultura Familiar (PAF)

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La entrega del paquete agrícola no mejoró la productividad del agro

Por KARLA ARGUETA NEGOCIOS@ELDIARIODEHOY.COM

2013-01-30 9:00:00

La entrega de paquetes agrícolas no ha sido la panacea para incrementar la productividad y sacar de la pobreza a miles de productores de subsistencia, han advertido analistas de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial (Camagro).

A nueve años de iniciado el Plan de Agricultura Familiar (PAF), los especialistas abogan por una reforma que permita la focalización en la entrega de los paquetes y el aprovechamiento de esos recursos en capacitación técnica, acceso a la tecnología y mejoramiento de la infraestructura, algo que dos años atrás ya había sugerido el exministro del ramo, Guillermo López Suárez.

En medio del ambiente preelectoral, el Ministerio de Agricultura y Ganadería anunció a principios de enero pasado que en 2013 se planea aumentar en 50 mil el número de dotaciones de semillas y fertilizantes. La decisión contrasta con la del año pasado, cuando, por el contrario, se eliminó del listado a 10 mil beneficiarios. Ahora, los receptores de la ayuda sumarán casi 400 mil, una cifra similar a la de 2009, época en que el país comenzó a sentir el impacto de la crisis económica internacional.

“En lugar de invertir más en un cambio permanente en la productividad o en la diversificación para que un productor de granos pueda salir de la pobreza, se mantiene regalando paquetes año con año, sin resultados palpables”, afirmó Amy Ángel, gerente de Agricultura y Medio Ambiente de Fusades, en una reciente -publicación en su blog “Rumiando sobre el Agro”.

El propio exministro de Agricultura, Guillermo López Suárez, reconoció en 2010 frente a los diputados de la Comisión de Economía que “el tema de la semilla mejorada no es un tema que va a sacar a la agricultura adelante, sino que es un tema que genera una serie de distorsiones y que al final no termina ayudando al agricultor a salir adelante y al país para formar una política de abastecimiento”. “Vamos a desmontar el programa de semilla mejorada y vamos a buscar otros que permitan a los agricultores encontrar mercado para sus productos”, dijo López Suárez en esa reunión.

Ángel afirmó que la entrega de paquetes, sin duda, se ha convertido en un subsidio económico para los productores, en el que ha notado síntomas del “populismo que ha permeado tantas instituciones públicas en el país”, y añadió que limita el crecimiento de la capacitación técnica, una meta que también incluye al mismo Programa de Agricultura Familiar, pero en menor medida.

En contraste con los más de 300 mil beneficiarios de los paquetes agrícolas, según datos del MAG, las capacitaciones técnicas en el marco del mismo programa fueron recibidas por un poco más de 79 mil familias, es decir, casi una sexta parte de los primeros.

Mientras para las autoridades, el PAF se ha convertido en el programa estrella al que le atribuyen los incrementos en la cosecha de maíz y frijol registrada el año pasado, para Ángel el plan, que consume $27 millones anuales solo en la compra de semillas y fertilizantes, no ha logrado siquiera comprobar su relación con el aumento de la productividad.

La experta atribuyó los 20.3 millones de quintales de maíz y los 2.3 millones de quintales de frijol logrados en 2012 al buen clima y los precios altos que motivaron a más productores a sembrar granos básicos.

La hipótesis de Ángel es que los paquetes no son determinantes para la producción, porque si dejaran de entregarse “ellos sembrarían de todos modos”, dijo. “Al ir reduciendo los paquetes se podría ampliar la cobertura y calidad de la asistencia técnica, para generar un cambio permanente en su productividad e impulsar la diversificación, necesaria para la reducción de la pobreza rural”, concluyó.

El presidente de Camagro, Agustín Martínez, opinó en la misma línea y aseguró que “muy poco de lo que producen (quienes reciben los paquetes) se va al mercado, porque son pequeñas cantidades de semilla las que se entregan, por lo que los productores se quedan en un nivel de subsistencia”.

Según datos del último Censo Agropecuario, los pequeños productores utilizan el 54.6 % del maíz y el 50.7 % del frijol para el autoconsumo, por lo que únicamente pueden colocar menos de la mitad en plaza. Si lo logran, los agricultores se enfrentan al problema de precios debido a que la falta de almacenamiento los obliga a sacar su producción en periodos desfavorables.

El presidente de la Cámara Agropecuaria señaló, al igual que Ángel, que los esfuerzos del MAG deben concentrarse en desarrollar la infraestructura y elevar los niveles educativos en el área rural.

El Salvador, por ejemplo, cuenta con un potencial de 250 mil hectáreas para desarrollar cultivos bajo riego; empero, la técnica únicamente funciona en 47 mil manzanas cultivables.

Sin embargo, el viceministro de Agricultura y Ganadería, Hugo Flores, dijo a El Diario de Hoy a finales del año pasado que en los próximos tres años, se planeaban habilitar 7 mil manzanas de riego a nivel nacional.