Era el año 2006 cuando la Finca El Manzano participó por primera vez en el certamen Taza de la Excelencia organizado por el Consejo Salvadoreño del Café (CSC). Al quedar en la posición 24° de 24 participantes, Emilio López se prometió no volver a concursar a menos de estar seguro que ganaría.
Es así como, 12 años después, el pasado 12 de abril, tras “dirigir todos los proyectiles y teniendo súper clara la apuesta por un café ganador”, el Geisha favoreció a la finca para que con 91.80 y 91.60 puntos, respectivamente, se agenciara el primer y segundo lugar de la 15° edición de una competición que puede considerarse como “El balón de oro” de la industria cafetalera salvadoreña.
Pero, ¿qué es el Geisha, de dónde proviene y, sobre todo, cómo es que El Manzano se convirtió en la finca proveedora del mejor café de El Salvador en 2018 gracias a esta variedad?
“Nos preparamos 12 años para ganar esto. No el diploma, sino para poder decir ‘yo tengo algo de este calibre, mejor que los demás’. Aquí en el país, sí, es un evento bonito y le dan un premio; pero afuera es muy importante”, explicó López, director ejecutivo de 4M, el ahora corporativo familiar propietario de la finca.
La finca El Manzano en la región Apaneca/Ilamatepec fue escriturada con ese nombre en 1872 y, aunque ha cambiado de apellidos, desde entonces ha pertenecido a la misma familia.
La finca El Manzano en la región Apaneca/Ilamatepec fue escriturada con ese nombre en 1872 y, aunque ha cambiado de apellidos, desde entonces ha pertenecido a la misma familia.
Desde su incorporación al negocio, a inicios de la década de los 2000, López señala que la empresa siguió una estrategia de diversificación e integración de toda la cadena del café para asegurar la calidad del producto. 4M tiene control del café que produce desde su cultivo, procesamiento como beneficio, tueste, presentación de exportación y hasta un laboratorio de investigación. La cadena lineal permitió que, incluso, otra de las empresas de 4M, Topeca, ganara el título de “El mejor tostador de Estados Unidos 2018”, apenas dos semanas después del certamen en El Salvador.
El representante indicó que el Geisha, como muchas otras variedades, es originario de Etiopía. En la región fue descubierto en Costa Rica pero hasta por el año 2010 comenzó a popularizarse fuera de Panamá, donde se había cultivado desde hacía siete años.
La semilla del Geisha ganador en Taza de la Excelencia 2018 provino de la finca La Mula, en Panamá, y llegó a El Manzano porque “tres personas confiaron en mí y me dijeron ‘aquí está, andá cultivalo a tu tierra”, recuerda López.
El proceso de tostaduría del café de la finca El Manzano es realizado por máquinas de primer nivel.
El café fue tratado como un ganador desde el principio. Cultivado a 1,500 metros sobre el nivel del mar y secado en camas africanas.
El Geisha tiene un perfil distintivo: es una taza floral, tropical, con sabor como a té. Algunos expertos lo describen con un aroma de jazmín, flor de naranja y notas de bergamota.
El también presidente de la Asociación de Tostadores del Mundo, adelantó que para el próximo certamen, El Manzano espera acertar nuevamente a su objetivo de mantenerse como ganador, pues el Geisha de 2018 no es el mejor café que cultiva la finca.