Ante los cobros ilegales y abusivos, los deudores deben saber que pueden abocarse a entidades públicas como la Defensoría del Consumidor o a empresas privadas como Logros, que brindan asesoría para manejar este tipo de situaciones y lograr una recuperación financiera.
Tome en cuenta que en este tipo de casos es importante que se deje asesorar por profesionales.
Conserve las evidencias del cobro, puede ser una herramienta al momento de su denuncia o reclamo, válgase de la facilidad que ahora existe para tomar fotografías de cartas, documentos, situaciones, mensajes vía WhatsApp o correos electrónicos, muchos de estos revelan el horario en el que se ha registrado el cobro.
La Defensoría recomienda que la persona se aboque al lugar donde adquirió la deuda para explicar su situación financiera y pida opciones para enfrentar el problema, en el caso de que no le ofrezcan ninguna alternativa o alguna respuesta positiva a su gestión, abóquese a la Defensoría del Consumidor.
En esta institución examinarán su caso y analizarán si está siendo tratado de acuerdo con la ley o si sus derechos están siendo vulnerados.
También puede buscar la Defensoría en el caso que lleve mucho tiempo pagando una deuda y considera que nunca llega a saldarla, para que revisen a detalle su caso.
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La presidenta de la entidad asegura que los salvadoreños también pueden denunciar acoso por ofrecimiento de productos financieros. Por ejemplo por créditos o tarjetas no solicitadas por el cliente.
Para la abogada Ana María de Valladares lo importante es honrar sus deuda, en la medida de lo posible, para que le respeten sus derechos. Acá es necesario que se acerque al banco o financiera donde tiene su deuda para exponer su caso y buscar una solución.
“El cobro indiscriminado deja a los salvadoreños con estrés. El acoso es totalmente ilegal porque la ley ya establece los parámetros dentro de los cuales los agentes económicos deben realizar su labor de cobro”, afirma de Valladares.
En caso de allanamiento de su propiedad y exigencias de embargo puede llamar al número 910 de la Defensoría, para denunciar esa situación, ya que todos los miembros de su call center son abogados.
Ante la insistencia de cobros, siempre conserve la calma, si bien es fácil ponerse nervioso al hablar con un cobrador de deudas, siempre debe mantener la calma. Enojarse y gritar al cobrador no será útil en su situación. Evite brindar información personal. Los cobradores quizá le digan que necesitan esa información, pero no es cierto. Ellos no necesitan conocer sus estados bancarios o dónde trabaja, ni ninguna otro dato que no sea su número de teléfono y su dirección.
Sobre todo conozca sus derechos, empápese de la Ley de Protección al Consumidor para que se dé cuenta cuando el cobrador miente o trate de intimidarle, pues se aprovechan del desconocimiento de la ley por parte de los deudores.