Doctor, bombero, policía, abogado, cantante, piloto y hasta deportista, son algunas de las profesiones que los niños sueñan ejercer cuando sean adultos.
Estos impulsos son tomados sin tener la dimensión de todo lo que estos empleos conllevan.
Algunas veces, los pequeños se ven influenciados por el accionar o el estilo de vida de sus propios padres, por las series de televisión, las tiras cómicas y otros factores.
Sin embargo, cuando se toma la decisión, la persona se da cuenta que su trabajo no es “tan maravilloso” como cuando lo soñó de niño.
Esta situación fue estudiada por el fundador de Rockport Institute, Nicholas Lore, y publicada por Phyllis Korkki en el periódico The New York Times.
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Lo fundamental es que cautelosamente llames la atención y el interés del empleador
De acuerdo con Lore, las personas suelen ser infelices en su trabajo debido a que la forma en que eligen sus carreras universitarias es “increíblemente primitiva”.
Lore reconoció que en muchas ocasiones los jóvenes se ven influenciados por diferentes intereses, antes de tomar una decisión sobre su futuro.
A lo mejor la carrera – y posterior trabajo relacionado- puede ser muy buena, con crecimiento laboral y un fuerte y estable ingreso económico a la familia. No obstante, se comienza a filtrar cierta desilusión que hace pensar que en lo que estás trabajando no es tu verdadera vocación.
“Las personas le dan demasiado valor a las recompensas externas de un empleo, como el dinero, el prestigio y el poder”, dijo Lore.
Si bien es cierto, los factores anteriores son muy importantes, la naturaleza intrínseca de un trabajo es la que le da a la persona, una verdadera sensación de plenitud.
Existen una serie de señales que permiten conocer si el trabajo que realiza un individuo no le permite ser completamente feliz.
Una de ellas es que los colaboradores se sienten “impostores” aunque sean muy buenos haciendo lo que tienen que hacer.
Otro síntoma, es el malestar por hacer las peticiones que se les trasladan, por muy sencillas o elementales que estas sean, para el buen desarrollo de las tareas de la empresa.
Además, los inconformes con su trabajo tienden a no darle importancia a su empleo actual, ya que lo consideran “intrascendente”.
Muchos deciden “volver a empezar” para perseguir sus sueños y trabajar en lo que de verdad ellos se sienten útiles.
No obstante para otros, esta decisión no implica otra cosa que no sea un retroceso en diferentes áreas de la vida.
A pesar de lo anterior, tener el trabajo de tus sueños no implica que la vida laboral estará llena de felicidad, porque, como todo, lleva cierto grado de dificultad, situaciones tediosas y requerimiento de habilidades especiales.
“Aún así, las personas que encuentran una ‘mejor vocación’ experimentarán menos de esos momentos, y serán más felices sabiendo que lo que hacen es compatible con quiénes son”, argumentó Lore.