El sector privado considera que la inversión que hace en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), está por encima de las obligaciones que posee, en ese sentido hizo un llamado al Gobierno para que tenga un papel colaborador y concertador, para que la empresa privada pueda complementar sus programas en materia de educación y salud para la población.
“El Gobierno como la empresa privada tiene enemigos en común como la pobreza, la inseguridad, el desempleo y la falta de oportunidades, si el Gobierno trabajara en sentar una buena base para que el país progrese y, por encima de eso, nosotros como sector privado aportamos con todas estas iniciativas (RSE), estoy seguro que podríamos trabajar más rápido para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, destacó ayer el presidente de la Cámara de Comercio e Industria, Javier Steiner.
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), emitidos por el Programa Mundial de las Naciones Unidas, serán el eje temático de la Semana Dedicada a la RSE y Sostenibilidad organizada por la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS).
Estas son las metas propuestas en materia de desarrollo para los diferentes países; pero Steiner considera que no todos estos objetivos requieren que se deba invertir dinero por parte de los Gobiernos.
De acuerdo con el empresario lo que debe existir en el país es una tierra fértil para que se pueda invertir, y de esa manera llegué la prosperidad empresarial, genere mejoras en las personas y que los ODS se vayan trabajando.
“Como sector no pedimos dinero, si no reglas claras para trabajar y generar las condiciones para crear más empleos, y de ahí vienen las mismas inversiones que el sector puede hacer”, dijo Steiner.
Por su parte, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Federico Hernández, destacó el tema de la transparencia de los recursos y rendición de cuentas como otro de los factores que ayudan al desarrollo, y para eso no se necesita invertir, dijo.
Por ejemplo en el objetivo 16 de los ODS que establece lograr paz, justicia e instituciones sólidas, no se necesita mayor dinero para eso, subrayó Steiner.
“No se está pidiendo privilegios especiales si no que se le permita desarrollarse, hasta donde debe desarrollarse. Eso implica que los Gobiernos entiendan que así como el desarrollo integral del país es imposible de concebir sin el sector privado, por la misma razón el aporte que el sector le da al Gobierno, para que incluso sostenga sus propios programas sociales, es una fuente que nace de la fiscalidad”, mencionó Hernández.
Según el representante gremial cuando la empresa privada se ve acosada por los Gobiernos con una serie de medidas fiscales que terminan desincentivando al sector, para funcionar en el país, eso hace difícil que se pueda seguir brindando el aporte adicional en RSE, mencionó.
Anualmente la empresa privada destina $633 millones en RSE, de estos $200 millones se han orientado a las áreas de salud, agua potable y medio ambiente, $187 millones se destinaron a orfanatos, campañas educativas y apoyo a comunidades; $150 millones a educación y capacitación, $56 millones fueron para cultura y deportes; $15 millones en prevención de la delincuencia y $25 millones de orientaron al apoyo de nuevos emprendedores.
“No hay gobierno del signo que sea, que pueda competir con el aporte que el sector privado históricamente ha venido haciendo y sigue haciendo, para que tengamos en el país programas sociales exitosos”, destacó Hernández.
El conversatorio sobre el impacto de la empresas privada en el cumplimento de los ODS se dio en el marco de la organización de la Semana de la RSE y la Sostenibilidad que organiza Fundemas y se realizará del 10 al 14 de julio.