Puertos en C.A. avanzan a todo vapor mientras El Salvador se queda con cambios mínimos

Los puertos de la región están invirtiendo para atraer más inversión. En El Salvador los cambios son mínimos.

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Puerto Quetzal está invirtiendo en la ampliación de sus operaciones. / Foto Por Archivo

Por Redacción EDH

2017-06-18 8:00:04

Pese a que en 2016, el movimiento de carga en contenedores en los puertos de América Latina y el Caribe cayó un 0.9% según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), varios puertos de la región centroamericana han continuado ampliando sus instalaciones o modernizando operaciones para tener un mayor flujo comercial cruzando por sus aguas territoriales.

Sin embargo, Honduras no se quiere quedar atrás en la ampliación de Puerto Cortés, en el Atlántico, razón por la que hace tres años concesionó a la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC) el desarrollo de sus operaciones, en donde en los próximos 14 años prevé invertir más de $600 millones, ampliando al doble la capacidad instalada en el manejo de Teus, pasando de 650 mil Teus a 1.12 millones de Teus al año.

En la misma sintonía, Costa Rica con la ampliación de la terminal portuaria de Moín, en la provincia de Limón, le quiere sacar ventaja al flujo de comercio que ya está generando la ampliación del canal de Panamá.

La Terminal de Contenedores de Moín (TCM), permitirá que buques de mayor calado transiten por el Caribe costarricense, con una inversión que representará alrededor de $1,100 millones.

Asimismo, en medio de una agria polémica política, Guatemala inauguró a principios de este año la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), la más grande de Guatemala, un proyecto, valorado en 255 millones de dólares, que pretende competir con los desarrollos marítimos que realiza el resto de la región.

Bien atrás ha quedado El Salvador con un puerto La Unión prácticamente en abandono, el cual no recibe contenedores desde hace casi tres años, y su único puerto activo, Acajutla, que si bien tiene movimiento no se está ampliando como los tiempos, y la competencia, lo demandan.

Puerto Limón.

Puerto Limón aprovechará flujo comercial de Panamá
Costa Rica es una de las principales naciones que se beneficiará con la ampliación del Canal de Panamá, En Limón, la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), concesionada a la compañía APM Terminals, representa un paso enorme en esa dirección.

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La entrada en operaciones de la TCM en 2018 y su posterior ampliación permitirá, por primera vez en la historia de Costa Rica, atender los buques tipo Post-Panamax de hasta 8,500 (TEU) que cruzarán el Canal de Panamá hacia las diferentes rutas internacionales, convirtiendo a ese país en un punto de escala del comercio mundial.

“La atención de navíos transoceánicos de este tamaño representará un aumento en la capacidad máxima de los buques que llegan a esa nación, la cual es de apenas 2,500 TEU.

Puerto Limón es considerada la terminal marítima más importante de Costa Rica, pues por allí transita el 80% de las mercancías que ingresan y salen de ese país; pero su importancia actual no es ni por cerca lo que proyecta convertirse en el mediano plazo.

Todas las obras en agenda representan inversiones cercanas a los $6,000 millones, estima Ricardo Wing, director de la sede de la Universidad de Costa Rica (UCR) del Caribe, entidad que ya prepara a los futuros trabajadores de dicha terminal.

Solo la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) representa una inversión de $1,100 millones. En su fase de construcción hay al menos 1,000 personas vinculadas; para la operación – en enero de 2018- serán unos 550 de manera directa, afirmó Lizbeth Thomas, jefa de recursos humanos de APM Terminals, concesionaria del nuevo puerto.

De acuerdo con el Estudio de Impacto Socioeconómico (EISE) realizado por la firma internacional Qbis Consulting, al recibir navíos mucho más grandes, la TCM incrementará la actividad naviera del país, con lo cual se generaría un aumento del 23% en el comercio.

“Además, debido al desarrollo de una infraestructura portuaria de primera línea, la TCM podrá atender buques portacontenedores en un tiempo menor. La nueva terminal de contenedores reduciría en un 61% el tiempo de espera y atraque de los navíos, lo que a su vez aumentaría la eficiencia de la actividad portuaria nacional”, apuntó Kenneth Waugh, director general de APM Terminals Moín (Puerto Limon).

Puerto Cortés quiere ser el mejor de Centroamérica.
En 2013 Operadora Portuaria Centroamericana (OPC) ganó la concesión de Puerto Cortés, habiendo invertido en estos tres años alrededor de $80 millones, lo cual no es nada si se compara con los $624 millones que la compañía espera invertir durante los próximos 14 años, según comenta Mariano Turnes, director general de la OPC.

“En 2016 destinamos más de $15 millones de dólares dirigidos a inversiones en infraestructura y equipamiento en la terminal, y para este 2017 esperamos invertir al menos $50 millones”, dijo Turnes.

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Este año OPC ha iniciado la construcción del muelle 6. A partir de su habilitación se proyecta contar con una capacidad para 700 mil contenedores al año, lo que equivale al doble de la capacidad actual, pasando de 650 mil Teus (contenedor de 20 pies) a 1.12 millones de Teus al año.

Incluso en enero de 2017, ya se ha reportado un crecimiento de más del 6% en la cantidad de contenedores llenos exportados a través de Puerto Cortes, principalmente en los rubros de café, frutas y maquila. En cuanto a las importaciones, el incremento en el volumen de contenedores llenos descargados en la terminal, es de 3.5% en comparación a enero de 2016, lo que demuestra que la economía regional ha tenido un repunte positivo desde inicio de año.

En la actualidad, Puerto Cortés mueve 350 mil contenedores al año, equivalentes a 650 mil Teus; la terminal ha optimizado en un 100% los tiempos de operación a camiones externos.

Al finalizar el total de la inversión en 2023, OPC contará con 200 metros adicionales de nuevos muelles totalizando 550 metros, con lo cual Puerto Cortés tendrá una capacidad para movilizar 1.8 millones de Teus anuales, una profundidad de 15.5 metros, 9 grúas Súper Post Panamax, grúas móviles, y 4,000 plugs para contenedores refrigerados.

Puerto Cortés.

Puerto Quetzal sigue su ampliación pese a escándalo.
Contra todo pronóstico y en medio del escándalo de corrupción en que la ampliación de puerto se vio envuelta el año pasado, por una trama de corrupción que tiene en prisión preventiva al expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina y a la exvicepresidenta, Roxana Baldetti; en febrero pasado se inauguró la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), la más grande de Guatemala.

TCQ dispone de grúas especializadas para el manejo de contenedores, equipamiento digital, mayor fiscalización de aduanas, sistema de seguridad digital para controlar el proceso, espacio de refrigerado para los contenedores y unificación de las oficinas.

La terminal tiene la capacidad de recibir buques de altas dimensiones, de hasta 300 metros de eslora (longitud) y 48 metros de manga (ancho).

La red de corrupción que surgió por las obras de ampliación de Puerto Quetzal, la mayor portuaria de Guatemala, supuestamente estaba liderada por el exmandatario y la exvicepresidenta, quienes exigieron a la empresa TCQ el pago de un soborno de unos 30 millones de dólares para adjudicar el proyecto, valorado en 255 millones de dólares.

APM Terminals debe pagar al Estado de Guatemala $43.2 millones a Guatemala en concepto de daños y perjuicios, reparación civil y que se paga así: $32.7 millones y luego $10,5 en proyectos de desarrollo. A cambio, le dieron la posibilidad a TCQ de cobrarlo a los importadores y exportadores con una tarifa premium.

APM Terminals es dueña del 85 por ciento de TCQ, que administra la terminal y las obras de ampliación del Puerto Queztal, la mayor portuaria de Guatemala, mientras que el otro 15 por ciento es propiedad de la Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo financiero del Grupo del Banco Mundial.

La Unión sin carga, y con algunos cambios en Acajutla
El puerto La Unión sigue como elefante blanco deteriorándose en ese departamento oriental, pues tiene alrededor de tres años sin haber movilizado algún contenedor, pese a que se invirtieron $182.8 millones, durante tres años, en su construcción.

En 2008, la administración del expresidente Antonio Saca presentó dos decretos para concesionar la terminal marítima, pero estos no pasaron en el Parlamento. La Ley del Puerto se aprobó hasta 2011. Y, aunque en 2015, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autómona (CEPA) volvió a lanzar una licitación internacional para concesionar el puerto, ninguna empresa presentó ofertas. Desde entonces, el Gobierno afirma que se trabaja en un mecanismo viable que permita poner en funcionamiento la megaobra.

El puerto implica para CEPA un costo anual de entre $10 millones y $12 millones, que incluyen el mantenimiento y la amortización de intereses por el crédito con la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) por $101 millones.

Según los últimos informes de la autónoma, entre 2010 y 2014 sólo 99 buques habían atracado en la terminal, que no tiene la suficiente maquinaria para descargar la mercadería.

Por otro lado, CEPA anunció que invertirá $13.4 millones este año para modernizar y aumentar la capacidad del Puerto de Acajutla. En abril pasado, CEPA inauguró el Proyecto de Modernización y Equipamiento de dicho puerto, en el cual se busca proporcionar mejoras en la eficiencia, seguridad operativa y calidad de las actividades industriales del puerto.

Los resultados abarcaron proyectos de infraestructura y de nuevos equipos de operaciones.