Más de 33 mil empleos formales se perdieron entre noviembre 2016 y marzo 2017, y este ajuste real no es “un problema estacional” sino producto de las malas políticas públicas, destacó este jueves la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) durante la presentación de su Informe de Coyuntura Económica Mayo de 2017.
Según la institución, utilizando los datos oficiales del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), el registro de cotizantes experimentó una contracción de 33,110 plazas entre noviembre 2016 y marzo 2017.
El economista del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades, Pedro Argumedo, detalló que de las 272 actividades económicas registradas por el ISSS, en el 69.1 % se reportaron menos número de cotizantes, principalmente en actividades con labores cuya paga es cercana al salario mínimo como auxiliares de contabilidad, servicios de seguridad y limpieza de edificios, entre otros.
Fusades asegura que, desde 1990, esta es la segunda mayor caída en número de empleos formales solo después de la crisis financiera internacional de 2008.
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El Banco Central de Reserva (BCR) ha asegurado que no deberían compararse los registros de empleo de meses como diciembre y marzo, sin eliminar la variable de estacionalidad, puesto que a finales de año es común que las empresas aumenten su número de colaboradores por la mayor demanda de productos y servicios durante la temporada navideña.
Sin embargo, Fusades insiste en que el ajuste real en el empleo no es un problema estacional sino por malas políticas públicas.
De acuerdo con los datos del ISSS citados por Fusades, comparando ciclos de noviembre – marzo de años anteriores, nunca se había registrado una caída tan grave en el número de cotizantes; es más, desde 2010 la variación había sido positiva, registrándose 16,963 cotizantes adicionales en el mismo periodo de 2013 y unos 2,481 cotizantes más en 2016.
Cabe mencionar que a partir de este año, el ISSS cambió la manera de presentar los registros de cotizantes. Desde enero, hace una distinción entre los empleados “en planilla” y los que asegura son efectivamente “cotizados”.
Según Argumedo, la nueva serie de “datos en planilla” corresponde a una estimación subjetiva que hace el ISSS sobre el número de trabajadores, mientras que el dato de “cotizados” es en efecto el número de empleados que las empresas reportan mensualmente.
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A nivel centroamericano, basados en las estadísticas de bancos centrales e institutos de seguridad social, El Salvador es el único país en el que el empleo formal se contrajo en lo que va del 2017, destaca Fusades.
“El Seguro Social ha difundido una nueva serie que le llama los datos de planilla. Cuando difunde esos datos son estimaciones que hace sobre los cotizantes. Nicaragua y Costa Rica no difunden datos de planilla, difunden datos de cotizantes; pero aquí se están maquillando cifras para presentar una situación diferente y con ese maquillaje lo que se pretende mostrar es un diagnóstico que no es el adecuado”, señaló Argumedo.
Para Fusades, la fuerte contracción del empleo va a agravar las condiciones de vida de la población y también facilitará el incremento de los niveles de informalidad en el país.
Según la última Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM), el 29.5 % de la Población Económicamente Activa (PEA) es formal; es decir que solo 3 de cada 10 personas que trabajan, tienen acceso a cobertura social y previsional.
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Sin cumplir metas
“Encontramos que al cierre de 2016 e inicios de 2017 existe un franco deterioro de las condiciones económicas del país”, destacó el director del DEC de Fusades, Álvaro Trigueros.
El informe de coyuntura económica también resaltó que la principal causa por la que el entorno económico en el país sigue siendo complicado es porque aún no se logran cumplir las principales metas económicas del Plan Quinquenal 2014-2019.
Por ejemplo, el Ejecutivo estableció como meta crecer un 3% en promedio cada año; sin embargo, en 2015 el país alcanzó el 2.3% y para 2016 un 2.4%. Así, la economía salvadoreña debería crecer en 4% en 2018 y 2019 para poder lograr ese promedio.
Por otra parte, al primer trimestre de 2017, el Indicador de Ventas de Fusades mostró un saldo neto de 4.4, por debajo del promedio anual de 14.6 de 2005, cuando la economía creció 3.6%.
Además, las metas de inversión, tanto que la privada alcanzara el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y aumentar la extranjera directa (IED) al ritmo de los pares centroamericanos, tampoco logró ser cumplida. La inversión privada no avanzó de ser el 11.5% del PIB y aunque la IED en 2016 fue de $373.5 millones, fue, por mucho, la más baja de la región. En las exportaciones totales de bienes y servicios, en tanto, el país apenas aumentó $158 millones, el 10% de la meta propuesta.
Fusades reiteró que es necesario replantear las políticas públicas y fiscales para garantizar la prosperidad y el desarrollo de los salvadoreños.