El futuro tiene cara de mujer

Con el VI Congreso Crece Mujer, de Voces Vitales, se potenció el liderazgo transformador femenino. Las ponentes internacionales explicaron por qué la igualdad de género en el aspecto laboral puede hacer crecer la economía de un país.

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Por Claudio Martínez

2017-05-24 9:00:21

Con una audiencia de más de 800 personas, el VI Congreso Crece Mujer, organizado por Voces Vitales, logró su cometido: orientar, empoderar y reafirmar el rol de la mujer salvadoreña. En este caso, la tarde de conferencias y pláticas estuvo enfocada en “el liderazgo transformador”. Para eso llegaron las panelistas estadounidense Krista Walochik y la costarricense Cynthia Castro.

Nadina Rivas, presidenta de Voces Vitales, expresó que “las mujeres son vitales en este tejido social , y solo podemos ser mejores si podemos ejercer nuestro liderazgo. Pero primero tengo que dirigirme a mí misma para luego dirigir a los demás. ¿Qué impacto puede tener una líder si no puede orientarse a sí misma?”.

El primer turno fue para Krista Walochik, estadounidense con más de 30 años en el mundo de los recursos humanos de la alta gerencia, directora de la empresa Talengo, con sede en España. “Este es un momento de networking, de reflexión y diversión”, comenzó, para romper el hielo. Krista está convencida de que “las mujeres podemos cambiar el mundo”.

Para eso, y en busca del liderazgo transformador, la estadounidense detalló cinco elementos que tienen en común los líderes excepcionales, según el estudio McKinsey de hace nueve años. Analizaron médicos. científicos, políticos, intelectuales…

“Lo primero, todos tienen un propósito en la vida. Algo que les hace levantar en las mañanas con algo en mente. Segundo, energía y un arrojo importante para conectarse con el mundo. Asumen un rol y hacen que las cosas ocurren. Tercero, capacidad para tener un encuadre positivo. Tienen una predisposición de, ante un problema, buscar una solución. Cuarto, su manejo de las energías. Saben qué es lo que les da energía y qué nos la roba. Y quinto, la capacidad de conectar, de generar alianzas, de obtener recursos”. Lo curioso, explicó Krista, es que esos más de 80 casos de estudio fueron hechos en mujeres de éxito”.

Para Walochik, hay un sexto elemento importante en el liderazgo, y no aparece en el informe McKinsey. Y es la fe, la confianza en sí misma. Para ejemplificarlo, utilizó desde Indiana Jones a la Madre Teresa de Calcuta, de Nelson Mandela a Alicia en el País de las Maravillas, desde Mark Twain a Malala. En ese sentido habla del sendero, y le preguntó a la audiencia: ¿Estás en el sendero que has elegido tú o es el que alguien más ha trazado para ti?”.
Para finalizar, dejó una reflexión interesante: “Cada una de nosotras tiene las mismas horas que el resto de la humanidad, lo que no tenemos clara son las prioridades”.

Eso dio paso al segundo segmento, justamente con ese mismo tema. ¿Qué debemos hacer para ser líderes transformadores? Sobre eso giró el debate de un panel integrado por Marcela de Jiménez (directora ejecutiva de ABANSA), Ileana Rogel (directora ejecutiva de CONAMYPE) y Carmiña Moreno (representante en El Salvador del BID), moderada por Carmen Irene Alas.

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Para cerrar, la psicóloga costarricense Cynthia Castro, de la empresa RBA, arrancó su ponencia como una dinámica sobre los estereotipos del hombre y la mujer, basados en sus propias experiencias y los aportes que hicieron cada uno de los presentes al completar una papeleta antes de entrar al salón.

“Las mujeres se deprimen tres veces más que los hombres porque vivimos bajo estándares inalcanzables. Y los hombres se suicidan tres o cuatro veces más. Los datos dicen que el 70 % de los homicidios son víctimas hombres… Los hombres mueren más en la calle y las mujeres en las casas”, detalló Cynthia.

Otra de las estadísticas que ofreció la costarricense es demoledora: “El 97 % de las mujeres dicen no sentirse satisfechas con su aspectos físico. Aún les falta confianza, sólo el 7 % de las mujeres negocia su primer salario, contra el 57 % de los hombres. Sentimos culpa y vergüenza por pedir, y eso no puede ser”.

Para Cynthia, aquellas empresas que tienen igualdad de género pueden entender mejor el mercado y volverse más competitivas.

“El estudio McKinsey dice que si incorporáramos con igualdad a las mujeres y los hombres en el mundo laboral, la economía global crecería 12 trillones de dólares. Y aquí en Latinoamérica, si solo replicáramos lo que hace Chile, un país a la vanguardia en este tema, tendríamos que el producto bruto crecería un 14 %”, apuntó.

Definitivamente, el futuro tiene cara de mujer.