Cooperación internacional en riesgo por baja calificación del país

Estados Unidos y la Unión Europea siguen de cerca el comportamiento de las finanzas públicas del país y no descartan retrasar el desembolso de su financiamiento.

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Estados Unidos y la Unión Europea podrían modificar o aplazar la ayuda al país tras haber caído en la categoría CCC hace unas semanas. / Foto Por Infografía

Por Karen Molina

2017-05-02 9:00:37

El aporte económico que Estados Unidos y la Unión Europea dan al país a través de diferentes programas de cooperación está en riesgo de disminuir, o aplazarse, como consecuencia de la degradación crediticia de CCC que El Salvador recibió de tres agencias calificadoras de riesgo en las últimas semanas.

El embajador de la Unión Europea en El Salvador, Jaume Segura Socias, dijo a El Diario de Hoy que “a pesar de las dificultades fiscales del Estado, la cooperación de la Unión Europea con El Salvador sigue”.

Sin embargo, destacó que “para los programas que se ejecuten a través de la modalidad de apoyo presupuestario, la degradación actual de la situación de las finanzas públicas podría llevar a considerar que no existen las condiciones para desembolsar los fondos programados. Es decir, se podría decidir no realizar el desembolso de fondos en el momento previsto y retrasarlo hasta que la situación mejore”, señaló el diplomático.

Segura Socias agregó que el desembolso de estos fondos “se decidirá en base a un análisis de la Unión Europea sobre la situación macroeconómica y de las finanzas públicas del país en el momento de recibir la solicitud de desembolso por parte del Gobierno”.

De acuerdo con el diplomático, en estos momentos la Unión Europea está proporcionando una asistencia técnica al Ministerio de Hacienda por más de 2 millones de dólares para apoyar la política fiscal.

Por su parte, un oficial de la Embajada de Estados Unidos, señaló “es importante reconocer que el impago envía un mensaje negativo a inversionistas y donantes sobre el clima económico en El Salvador.

Pero más allá de lo que pueda ocasionar una baja calificación al país, el oficial recordó que lo que sí afecta directamente los niveles de cooperación son los 16 criterios establecidos por el Congreso de EE.UU. a los que se les sigue revisando su evolución.

Entre los criterios más importantes están el combate a la corrupción y la lucha contra las actividades de las bandas criminales de droga y crimen organizado.

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Otro de los criterios considerados es el apoyo a programas para reducir la pobreza, crear empleos y promover el crecimiento económico equitativo en áreas de donde parten un gran número de migrantes.

El Salvador fue degradado por las tres principales calificadoras de riesgo (Fitch Ratings, Moody’s y Standard and Poor’s) desde el 10 de abril tras no pagar una amortización de deuda por $56 millones a los cotizantes de las AFP.

Todas señalaron como principal motivo el entrampamiento político para obtener un acuerdo fiscal de largo plazo que garantice la estabilidad económica del país.

Llegado el último día de plazo para pagar (el 20 de abril) la agencia Standard and Poor’s lo declaró en “default selectivo”, la categoría más baja que El Salvador ha tenido en su historia.

Sara Crawford, directora adjunta de MCC oficializó el programa Fomilenio II a finales de 2015.

“Dio la cara” ante la MCC

El ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, reconoció la semana pasada que en su visita a Washington (EE.UU.) fue a “dar la cara” ante organismos multilaterales como Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las calificadoras de riesgo y también ante organismos de cooperación como la MCC (Corporación Reto del Milenio), que actualmente gestiona un segundo programa Fomilenio por $277 millones.

Sin dar más detalles, Cáceres dijo que les explicó que el país tiene asegurado el pago de la deuda externa y local y que lo único que no estaba financiada era la amortización para la deuda previsional de $55 millones, la misma por la que se cayó en “default selectivo” el 20 de abril.

Hasta el momento el Gobierno estadounidense no ha modificado su ayuda o mencionado que recortaría los fondos de este programa, que fue acordado a finales de 2015.

El Salvador también ha recibido el primer desembolso de $160 millones de la Alianza para la Prosperidad, de un total de $750 millones que serán distribuidos entre Guatemala, Honduras y El Salvador.

También recibe cooperación a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Humberto López, director país del Banco Mundial, aseveró a un medio escrito, la semana pasada, que la clave para resolver el problema fiscal del país está en el diálogo y que sin éste no se podrá obtener más financiamiento en el futuro.