Trabajar y ser feliz ¿es posible?

Las compañías tienen que ser parte de la felicidad de una persona porque pasamos la mayoría de nuestras horas despiertos en el trabajo. Así que si decidiéramos ???dejar la felicidad??? para después de la jornada, estaríamos obviando una gran parte de nuestra vida.

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El trabajo tiene que ser parte de la felicidad de las personas pues pasan mucho tiempo en él. / Foto Por Shutterstock

Por Vanessa Linares

2017-04-23 9:00:31

Cuando trabajas más de 12 horas diarias, nadie parece notar lo mucho que te esfuerzas y, sobre todo, sientes que la paga no compensa todo lo que haces, es probable que respondas “no” cuando alguien pregunta si es posible trabajar y ser feliz.

Puede que pienses que los únicos que son felices en el trabajo son los jefes, los dueños de la compañía, o los que simplemente no hacen nada.

En internet hay miles de artículos sobre cómo ser feliz. Es fácil notar que en aquellos titulados como: “Cinco pasos para no odiar tu trabajo”, “Las ocho cosas que hacer para ser feliz en la oficina” y “Cómo no matar a tu jefe/compañero”, abundan los consejos sobre ser agradecido, cambiar tu actitud, pensar que el dinero no te hará feliz, rodearte de gente que te quiere… etc.

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Las personas buscan la felicidad básicamente de dos maneras: conseguir placer y evitar el dolor. “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de contribuir a su comunidad”, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Nanci Puzio, colaboradora de “The great place to work” (El mejor lugar para trabajar), dice que es común que la idea de que el equilibrio entre nuestra vida personal y laboral tiene que ver con el tiempo “libre” (nuestra vida fuera del trabajo, de la empresa o del ámbito de nuestra profesión) o con los beneficios que brinda una organización, tales como horarios flexibles, trabajo remoto (home office).

Sin embargo, aceptémoslo: las compañías tienen que ser parte de la felicidad de una persona porque pasamos la mayoría de nuestras horas despiertos en el trabajo. Así que si decidiéramos “dejar la felicidad” para después de la jornada laboral, estaríamos obviando una gran parte de nuestra vida.

Aunque es genial que las empresas tengan jardines, gimnasios y espacios recreativos para los empleados, no son garantía de tener empleados felices.

¿Entonces?

David Thomas, cofundador y CEO de Cyberclick y autor del libro: “ La empresa más feliz del mundo”, asegura que “el camino para convertirse en una empresa feliz es bastante similar a la forma en que cultivas la felicidad personal”. Para él, los tres primeros pasos implican: Parar y decidir ser feliz, hacer lo que te va mejor y tener confianza.

No existe una definición de felicidad que sea válida para todo el mundo. Tratar de aconsejar a todo el mundo cómo ser feliz de la misma manera es, sencillamente, irracional.

No obstante, de manera general, los empleados pueden sentir felicidad y consideran que un excelente lugar para trabajar es aquel donde pueden confiar en las personas con las que trabajan, sienten orgullo por lo que hacen y disfrutan de estar donde están.

“La confianza es el eje fundamental de los excelentes ambientes de trabajo, que se genera a través de la credibilidad con los jefes, el respeto con el que los empleados sienten que son tratados, y la justicia con la que esperan ser tratados. El grado de orgullo respecto a la organización y los niveles de conexión auténtica y camaradería que sienten los empleados son componentes esenciales”, reseña greatplacetowork.com.

Además, un líder puede sentirse feliz en su trabajo cuando logran los objetivos de la organización, sus compañeros dan lo mejor de sí y trabajan como equipo/ familia.

De acuerdo con el estudio “Felicidad y trabajo”, realizado por la consultora Crecimiento Sustentable, los empleados con buen ánimo aumentan su rendimiento hasta 88 % y la gente feliz presenta hasta 33 % mayor energía y dinamismo, que deriva en mayor eficiencia y productividad en las empresas.

El documento también se refirió a que un empleado feliz tiene menos riesgos en el lugar donde labora, previene accidentes, ve las cosas buenas de los problemas o incidentes negativos que se presenten y ello hace que tome decisiones que ayudan a salir de las adversidades.

Así que, aunque podamos estar tan obsesionados con la felicidad que ser feliz pareciera que se ha vuelto una obligación, recuerda, ¡no lo es!

En vez de centrarte en la felicidad, y en cuánto más podrías serlo si tuvieras un mejor salario, menos horas de trabajo, mejor jefe… vive la vida plenamente. Disfruta los momentos buenos y aprende de las experiencias malas.