Un millón de metros cúbicos de gas al año para generar energía

La inversión en el proyecto asciende $800 millones. Estos son los avances.

descripción de la imagen
San Salvador 19 Enero 2017 Alejandro Alle, Director Ejecutivo de Energ??a del Pac??fico FOTO EDH / Huber Rosales / Foto Por Huber Rosales

Por Evelyn Machuca

2017-01-19 10:00:00

El director de Energía del Pacífico, Alejandro Alle, anunció ayer que la planta térmica que generará 378 megavatios (MW) de energía eléctrica a base de Gas Natural Licuado (GNL) comenzará a funcionar en mayo de 2020.

El consorcio ganó la licitación en 2015 para generar 355 MW a través de una planta térmica que estará situada en Acajutla (Sonsonate), y en su primer plan de ejecución había establecido que comenzaría a operar en 2018, pero la complejidad del proyecto, el primero y único de este tipo en Centroamérica, obligó a la compañía a solicitar una prórroga que ya les fue aprobada.

Alle aseguró que tienen autorización para comenzar a operar en julio de 2021, pero según el nuevo plan de ejecución del proyecto la planta estaría comenzando a distribuir energía 14 meses antes.

LEA TAMBIÉN: Invenergy y Energía del Pacífico oficializan asocio para planta de gas natural

El ejecutivo detalló los avances del proyecto, cuyo monto de inversión asciende, en principio, a $800 millones y que están siendo negociados con la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), la cual es una institución de desarrollo miembro del Banco Mundial.

Entre esos detalles, Alle explicó que como parte fundamental del proyecto han sido diseñadas dos terminales de almacenamiento flotantes que, en conjunto, tendrán una capacidad para almacenar 190,000 metros cúbicos (m3) de gas: la Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación (FSRU, por sus siglas en inglés)  y la Unidad Flotante de Almacenamiento (FSU, por sus siglas en inglés).

“Vamos a estar recibiendo durante dos o tres días, cada dos meses aproximadamente, barcos que traerán 160,000 metros cúbicos de GNL. Pero nosotros necesitamos tener una capacidad mayor de almacenaje, porque es mentira que vamos a estar vacíos cuando esos barcos vengan; siempre tenemos que tener reservas”,  anotó.

Un millón de metros cúbicos al año

Energía del Pacífico ha otorgado a Shell, de entre más de 15 empresas que concursaron, el gane de la licitación para suministrarle el gas con el que va a producir la energía durante los primeros 12 de 20 años que durará el proyecto de generación de 355 MW.

Alle cifró en siete los buques que estarían descargando el gas cada año en las terminales offshore (mar adentro) y cada uno traerá no menos de 160,000 m3, que suman más de 1 millón de m3 anuales.

“La planta va necesitar mucho menos que eso: va a consumir  solo 3 mil metros cúbicos de GNL por día, pero no podemos tener  tan poco almacenado, porque los barcos vienen con 160,000 m3. No podríamos traer barcos más pequeños, porque es antieconómico”, advirtió.

LEA TAMBIÉN: Shell suministrará gas natural para la planta que construye Energía del Pacífico

Como parte del diseño de la FSU está contemplada la construcción de un rompeolas cuya función será garantizar la tranquilidad de las aguas para que los 140,000 m3 almacenados no corran ningún riesgo ni representen ningún peligro, debido a que el GNL es enfriado a 160 grados bajo cero, lo que hace que su volumen se reduzca 600 veces y genere una alta densidad de energía.

La FSU será un buque de 15 años de antigüedad que ya no es tan eficiente para navegar, pero que sí cumple con los requisitos para almacenar el gas. La nave marítima contará, sin embargo, con tripulación, debido a que por lo menos 15 días al año tendrá que navegar obligatoriamente por las condiciones climáticas adversas propias del país en ciertas épocas del año.

“No tenemos ningún almacenamiento en tierra. De esa forma lograremos estar muy por encima de las exigencias ambientales y de seguridad social, que hablan de 500 metros lejos de la población más cercana. Estamos cumpliendo en exceso las normas de seguridad”, subrayó Alle al indicar que las terminales de almacenamiento estarán situadas a 1,300 metros (1.3 kilómetros) de la planta térmica.

Lo anterior requiere además de la construcción de una tubería debajo del océano para transportar el gas hasta la planta térmica.

Estudios y desafíos

Energía del Pacífico está finalizando la Etapa de Desarrollo del Proyecto, durante la cual ha realizado diversos tipos de estudios y ha enviado los resultados para que sean evaluados por las instituciones encargadas de otorgar los permisos de construcción.

Durante esta primera etapa ha invertido ya $20 millones.

Alle espera que las autorizaciones hayan sido otorgadas a más tardar a mediados del año en curso.

En ese momento, pasarían a la Etapa del Cierre Financiero con la IFC, para poder comenzar a construir la planta térmica, un proceso que tienen planificado no exceda los tres años y así iniciar operaciones en mayo de 2020.

Parte de los estudios realizados en esta primera etapa son los de impacto ambiental, que ya fueron remitidos al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

Los permisos ambientales son dos: de la parte marítima y de  la generadora de energía; y el de la línea de transmisión. Ambos estudios fueron realizados por consultores nacionales e internacionales.

LEA TAMBIÉN: Tarifa de energía Eléctrica sube entre 11% y 12%

Durante 2016, la compañía también avanzó con los estudios batimétricos (topografias en el fondo del mar), geofísicos (para conocer la naturaleza del subsuelo) y geotécnicos (para verificar condiciones de cimentaciones en caso de terremotos).

Los estudios para edificar la infraestructura de la planta térmica abarcaron dos grandes temas:  aguas arriba, que es la infraestructura de recepción y almacenamiento del gas, y la regasificación; y aguas abajo, que es la línea de transmisión para entregar la energía a una subestación en Acajutla que pertenece a la GEO. Esta subestación tendrá un tensión de 13,000 voltios.

Negociación de los derechos de vía

La energía será generada en Acajutla (Sonsonate), pero tiene que ser transportada  hasta Ahuachapán. 

Se trata de un trayecto de 45 kilómetros, que pasan por los municipios de San Julián, Las Tablas y San Pedro Puxtla.

Durante ese recorrido hay 264 dueños de cafetales y cañales con quienes la empresa ha debido negociar por los derechos de vía de la energía; con 220 de ellos ya hubo acuerdo y se les ha hecho un pago único, proporcional a los metros cuadrados que miden sus terrenos.

 “La línea irá por arriba. La vamos a levantar desde 13,000 voltios en la subestación y al llegar a Ahuachapán la vamos a volver a bajar, así que ellos van a poder seguir perfectamente cosechando como siempre”, detalló Alle.

Y agregó que “se trata de una línea de transmisión de 230,000 voltios, de la más alta tensión, como las del SIEPAC (Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central), en una zona con complicaciones montañosas, cañeras y cafetaleras. Pero es de la más alta tensión para que la energía viaje sin mayores pérdidas”.

La empresa Transmisora de El Salvador (Etesal) y el Ente Operador Regional (EOR) aprobaron ya las perforaciones para la construcción de la referida línea de transmisión terrestre.

Las empresas detrás del megaproyecto

La planta térmica funcionará en un terreno que pertenece a la Comisión Hidroeléctrica Portuaria Autónoma (CEPA) mediante un contrato de arrendamiento a largo plazo, el cual mide 126,000 metros cuadrados (m2).

El contrato de ingeniería, suministro de equipos y construcción de dicha planta ha sido firmado, por un valor que ronda los $300 millones, con la empresa finlandesa Wärtsilä, que ha sido contratada antes por una buena cantidad de empresas  generadoras de energía eléctrica en Centroamérica.

La planta térmica va a funcionar con 19 motores  de gas del tipo 50SG en ciclo combinado para generar 348 MW, y con una turbina de vapor de 30 MV para completar los 378 MV.

“Nuestra planta va a inyectar 355 megavatios en un mercado de 1,300 megavatios, es decir, estaríamos representando un 30% del suministro total de energía en El Salvador”, destacó el director ejecutivo de Energía del Pacífico.

Para la construcción de la subestación y de línea de transmisión terrestre, el contrato ronda los $50 millones. Son seis las empresas que están compitiendo en la licitación y el ganador será definido en el próximo mes de abril.

Para los trabajos marítimos, por otra parte, son cuatro las empresas estadounidenses que están compitiendo por el contrato. La empresa que gane estaría a cargo de la instalación del rompeolas y de la construcción de la línea de transmisión submarina.

La firma de Bélgica Exma, una empresa de infrestructura, transporte de gas y regasificación, será la encargada del servicio naviero.

El contrato con Shell no fija el precio, pero sí una fórmula.