El drama de vivir sin luz eléctrica

En pleno Siglo XXI y con los avances tecnológicos de hoy día, aún hay familias que no cuentan con el servicio de luz eléctrica en sus casas. ¿Cómo viven? ¿Cómo se iluminan?

descripción de la imagen

Así transcurre cada noche en un hogar del municipio de Citalá en Chalatenango. Con una familia que todos los días lucha por abrirse paso entre la pobreza y la oscuridad. En El Salvador 84,130 familias viven sin energía eléctrica, según Digestyc

/ Foto Por elsalv

Por Karen Molina

2016-08-29 3:38:00

Vivir en pobreza limita la vida de las personas, pero vivir en pobreza y sin energía eléctrica, lo complica todo aún más. Y es que, aunque usted no lo crea, en pleno Siglo XXI y con los avances tecnológicos que hay, todavía hay familias salvadoreñas que viven a oscuras, como si el desarrollo nunca hubiera llegado a sus comunidades.

La última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de la Dirección de General de Estadísticas y Censos (Digestic) aún hay unas 84,130 familias sin energía eléctrica en sus hogares. De éstas, 59,332 viven en zona rural. Así vive la familia Ramos Rodríguez en el cantón San Lorenzo, del municipio de Citalá, en Chalatenango, desde hace 11 años.

Aunque su casa no está muy lejos del tendido eléctrico, el dueño de la propiedad, un maestro jubilado, dueño de más de 60 manzanas de terreno, una docena de vacas y terneros y hasta buses, no ha logrado acercarles la conexión eléctrica hasta su casa.

“Dice que la conexión está bien lejos”, asegura doña Ubaldina Rodríguez, la jefa de la casa, que a sus 45 años es madre de siete hijos. Uno de ellos acaba de morir, hace menos de 20 días, por un dolor abdominal intenso del que solo le dijeron que era cáncer. Esta numerosa familia se ha acostumbrado a alumbrarse con la luz de la luna, ramas de ocote o candelas.

El fogón de la cocina de leña en la que doña Ubaldina hace las tortillas y sus demás alimentos es lo único que alumbra la pequeña cocina de esta casa de adobe, escondida entre los cerros del cantón chalateco. Nada de lámparas, focos, refrigeradora, cocina con gas, televisor o radio. Celulares sí. Aunque no hay manera de cargarlo en su casa, doña Ubaldina se las ingenia para pagar $0.25 en casa de otras familias o cuando viaja a Citalá, para estar comunicada.

FOTOGALERÍA:

El drama de vivir sin energía eléctrica

Vivir en pobreza limita la vida de las personas pero la situación se complica cuando no se tiene acceso al servicio de energía eléctrica. Ese es el caso de la familia Ramos Rodríguez, del cantón San Lorenzo, Citalá, Chalatenango.

Lo mismo hace Toñita, su hija de 18 años, a la que le gusta revisar su Facebook en su smartphone o escuchar bachata. El jefe de la familia, don Juan José, cuida la casa, las tierras y el ganado del propietario a cambio de que les permita vivir en ella. Dice que muchas veces le solicitaron su ayuda, pero aún así, la luz no ha llegado a su casa.

Entre humo y cenizas duerme la pequeña Juanita, una niña de 2 años que aparenta ser enojada, pero es dulce cuando se le habla con cariño. Su inocencia se mezcla con la vivacidad con la que sonríe Lucía, una niña de 5 años que anda descalza por toda la casa.