La fusión de las cementeras Lafarge y Holcim, que el 15 de julio pasado cumplió un año, también está impulsando cambios administrativos.
En Centroamérica, en donde opera en El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, la apuesta es concluir un proceso de integración que comenzó a principios de año con el nombramiento de Dolores Prado como directora ejecutiva para los tres países.
Prado conservará el cargo de directora ejecutiva para El Salvador.
La creación del “cluster”, como le llama Jaime Recinos, gerente de desarrollo sostenible y asuntos corporativos de LafargeHolcim El Salvador, permitirá unificar las operaciones en la región y trabajar de la mano.
A la fecha, el proyecto se encuentra en la etapa de planeación de la estructura. La consolidación del nuevo esquema tardará año y medio.
“La fusión nos ha convertido en un grupo más fuerte, más solido, con mayor presencia a nivel mundial y con una mejor posición para compartir mejores prácticas y sinergias (ahorros)”, dijo.
En los primeros tres años de fusión, el Grupo se proyecta generar ahorros por un monto de 1,500 millones de francos suizos (1,530 millones de dólares).
Las primeras sinergias se han logrado gracias al centro de servicios compartido para Latinoamérica, que opera en Medellín, Colombia, desde donde efectúan contrataciones, la facturación, y el pago a proveedores, entre otros.
El centro, que era parte de Holcim, ha generado sinergias que han llevado a la multinacional a replicar la experiencia en otras regiones.