The Donut Place se reinventa y se alista para franquiciarse

La marca salvadoreña renovó su concepto y ahora busca posicionarse en el mercado local e internacional.

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El restaurante familiar genera 16 empleos directos y se ubica en Antiguo Cuscatlán.

/ Foto Por Cortesía The Donut Place

Por Guadalupe Hernández

2016-02-01 6:00:00

The Donut Place, un restaurante ubicado el corazón de Antiguo Cuscatlán, es muestra de que los negocios pueden reinvertarse para ser más competitivos. 
El negocio, que opera desde 2013 con la especialidad en donas, fue adquirido en julio del año pasado por una nueva administración, que de inmediato lo convirtió en una opción gastronómica saludable, que ofrece platillos elaborados con ingredientes propios de la cocina salvadoreña.

La inversión, que prefirió no ser revelada, fue utilizada en la remodelación del local, compra de equipo, desarrollo de la marca y capacitación del personal. 
“Renovamos el concepto con el objetivo de crear una marca moderna y competitiva. Ahora somos más que donas, somos un restaurante familiar”, dijo Rosy de Ruano, gerente general. 

Los cambios físicos de inmediato le inyectaron un atractivo visual, en donde lo  moderno se combina con lo acogedor. La vista hacia el Plan de La Laguna y el clima agradable completan las bondades del negocio familiar. 

En un corto plazo, la apuesta de la nueva administración es elevar el negocio a la categoría de franquicia, y convertirlo en una opción atractiva para inversionistas nacionales e internacionales. A la fecha, los dueños del restaurante están preparando el plan de franquicias. 

En el proceso de reinvención del restaurante participó el chef Francisco Cubías Jr., quien asesoró cada uno de los cambios, así como también elaboró un menú con una  oferta culinaria que incluye desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Así como también menús para eventos especiales, como bodas, cumpleaños, bautizos, baby shower, reuniones laborales, entre otros.  
El restaurante, cuyo nombre completo es  The Donut Place Eat Inn  -since 1960-   no solo rescata la tradición de la comida salvadoreña, sino también hace un homenaje a los salvadoreños  de esa época que no solo llenaban el estómago de sus hijos, sino también el corazón, transmitiendo valores y buenas costumbres,  afirmó De Ruano. 
El 1960 también evoca los años en que el Plan de La Laguna comenzó su desarrollo, una historia que si el visitante lo desea puede ser relatada por alguno de los meseros.