Wall Street cerró ayer con pérdidas y el Dow Jones, su principal indicador, bajó un 1.60 % en medio de una oleada de ventas en las principales bolsas mundiales arrastradas por la Reserva Federal y un nuevo desplome del petróleo.
Ese índice cayó 254.56 puntos y terminó en 15,660.18 unidades, el selectivo S&P 500 bajó un 1.23 % hasta los 1,829.08 enteros, y el índice compuesto del mercado Nasdaq cedió un 0.39 % hasta las 4,266.84 unidades.
Wall Street se sumó así a otra jornada negra sufrida en las principales plazas financieras del Viejo Continente, donde Milán cayó un 5.63 %, Madrid un 4.88 %, París un 4.05 %, Fráncfort un 2.93 % y Londres un 2.39 %.
La atención de los inversores estuvo en una nueva comparecencia en el Congreso de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, en la que admitió que los tipos de interés negativos no están “fuera de la mesa” si la economía sufre un abrupto frenazo.
Yellen dijo al congreso que la economía de Estados Unidos podría crecer apoyada en el consumo doméstico, pero un continuo nerviosismo financiero en el mundo podría afectar sus exportaciones.
En ese escenario dijo que continuará la política de subir las tasas de interés de los fondos federales, pero dejo abierta la posibilidad de que dicha medida se posponga si continúa el mal panorama financiero.
Los inversores también estuvieron pendientes de la cotización del petróleo, que volvió a desplomarse y en el caso del barril de Texas cerró en un nuevo mínimo anual de 26.21 dólares, tras caer durante la jornada un contundente 4.52 %.
Sin embargo, los precios se recuperaban al cierre de la sesión bursátil después de versiones de prensa que recogían declaraciones del ministro de Energía de Emiratos Árabes asegurando que los países de la OPEP están listos para cooperar en un recorte de la producción.
Todos los sectores en Wall Street terminaron en números rojos, entre los que destacaron el financiero (-2.63 %), el industrial (-1.60 %), el de materias primas (-1.18 %), el energético (-0.83 %) o el tecnológico (-0.15 %).
La inmensa mayoría de valores del Dow Jones cerró en negativo, encabezada por Boeing, que cayó un 6.80 % tras publicarse que está siendo investigado por la SEC por las prácticas contables en los registros de ventas y costes de dos modelos de la aeronáutica.
También bajaron los bancos JPMorgan (-4.50 %) y Goldman Sachs (-4.44 %), los grupos industriales General Electric (-3.00 %) y United Technologies (-2.64 %), la firma deportiva Nike (-2.49 %) o las financieras Visa (-2.39 %) y American Express (-2.26 %).
En Europa también bajaron las acciones de los bancos, alimentados por una mezcla tóxica de falta de crecimiento económico, préstamos incobrables y menores ganancias.
El Societe Generale francés emitió este jueves una advertencia sobre ganancias que contribuyó a provocar una venta generalizada de acciones financieras. El precio de sus acciones cayó 12%, y grandes rivales como Deutsche Bank y UniCredit sufrieron pérdidas de casi 10%.
Mike van Dulken, jefe de investigaciones de Accendo Markets, dijo a la prensa internacional que la actual debilidad de los mercados deriva de una advertencia de la presidenta de la Reserva Federal estadounidense Janet Yellen sobre “la actual turbulencia en los mercados financieros y la posible demora de nuevas alzas de las tasas de interés, lo que ha agravado las preocupaciones sobre la salud de la economía global”.
Antes estas caídas el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó su preocupación por los bancos europeos. El organismo ha advertido de la importancia de contar con un sólido sector bancario que respalde la recuperación de la economía europea.
La otra cara de la moneda la protagonizó la tecnológica Cisco Systems, cuyas acciones se dispararon un 9.64 % tras sorprender la víspera con sus resultados trimestrales, además de Walt Disney (1.59 %) y Exxon Mobil (0.30 %).
Fuera de ese índice, las acciones del grupo Pandora se dispararon un 8,45 % tras publicarse que está buscando posibles compradores, aunque en las operaciones electrónicas caía con fuerza un 6,37 % al decepcionar a los inversores con sus resultados.
En otros mercados, el oro exhibía su condición de valor refugio en momentos de turbulencias financieras y subía a 1,247.1 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública caía al 1.657 % y el dólar perdía ante el euro, que se cambiaba a 1,1326 dólares
Falta de liquidez
El economista Luis Membreño estimó que en esta ocasión el nerviosismo de la bolsa puede estar alentado por una búsqueda de efectivo y falta de liquidez.
Membreño explicó que en el pasado Estados Unidos realizó prácticas para inyectar hasta $75 mil millones cada mes a la economía. Sin embargo ya no lo hace.
“En la medida que toda es plata no está en el mercado… hay ciertas dinámicas de que la gente quiere más liquidez”, dijo el economista.
Esto empuja a que fondos de inversión y entidades financieras puedan tener poco efectivo para cubrir la demanda de la economía. Para hacer frente a la situación, venden sus acciones en bolsa.
“Eso está pasando, liquidación (venta) para tener más liquidez”, opinó Membreño.
En los mercados bursátiles un exceso de ventas genera nerviosismo en los inversionistas, empujando las acciones a la baja.
Luis Membreño además coincidió con el discurso de Janet Yellen cuando dijo que es muy pronto para saber si estos problemas son estructurales o pasajeros.
El economista dijo que la economía de Estados Unidos aún no crece a un ritmo tan sólido como para que la Fed decida mantener el alza de tasas de interés por su cuenta.
Según comentó, la situación actual obliga a que la Reserva Federal se mantenga a la expectativa. – AGENCIAS