Gremiales piden trabajo técnico antes de entrar a unión aduanera

Señalan que hay trabajo pendiente en cuestión de impuestos, requisitos sanitarios y competitividad.

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La unión aduanera es uno de los pasos necesarios para facilitar el envío de exportaciones en la región centroamericana.

/ Foto Por [[[Leonardo Gonz·lez

Por Rodolfo Ortiz / negocios@eldiariodehoy.com

2016-02-12 8:31:00

Representantes del sector comercio y agrícola expresaron a las autoridades de Gobierno que hay trabajo pendiente de terminar antes de iniciar el proceso de unión aduanera con Guatemala. Impuestos, requisitos sanitarios y competitividad, son los aspectos que se tienen que revisar para asegurar una integración que traiga beneficios al país y que no perjudique la industria y los empleos locales.

Guatemala invitó a El Salvador a avanzar en la implementación de una unión aduanera, algo que ese país ya inició con Honduras. Representantes de los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores se han reunido con empresarios miembros de la Comisión Integremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil) para tratar el tema.

En los encuentros, los representantes empresariales pidieron un proceso ordenado y con buen análisis técnico, sobre todo para completar los acuerdos y negociaciones de los últimos años.

“La integración no solo se da por buenos deseos, hay que trabajar en todos los aspectos técnicos que hacen que sea funcional y beneficiosa para todos los países y economías”, dijo el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), Luis Cardenal.

Recordó que la región ya llegó a un acuerdo arancelario para el 93 % de los productos de la región. Sin embargo, los que aún faltan representan un reto delicado. “Ese 7 % incluye productos sensibles para la economía y la seguridad alimentaria del país. Entre ellos están más de 153 artículos agrícolas, que de firmarse un tratado se volverían insostenibles en El Salvador”, explicó.

El presidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial (Camagro), Agustín Martínez, confirmó que el impuesto por ingresar un producto como los lácteos sigue siendo diferente en los países de la región.

Esta opinión fue compartida por el economista y asesor en negociaciones comerciales, Rigoberto Monge, quien añadió que “esos productos no solo tienen el tema arancelario, sino que los patrones sanitarios, las exigencias que cada país ha montado en cada uno de ellos es también desarmonizado”.

“Ha habido poco acuerdo en materia monetaria y sanitaria”, resumió Agustín Martínez.

En ese sentido el sector privado ha solicitado al Gobierno que se retome el trabajo técnico para terminar de armonizar los impuestos al comercio. Cardenal resumió la labor pendiente señalando que “El Salvador baja sus aranceles o Guatemala sube los de ellos… son de las cosas que tienen que negociar y ponerse de acuerdo”.

Pero el presidente de la Cámara de Comercio cree que el tema arancelario está relacionado a otro punto: la competitividad. 

Mientras Guatemala posee una agroindustria con tecnología avanzada y grandes extensiones de cultivo, El Salvador cuenta con restricciones a la posesión de tierra que complican el uso de esas mismas técnicas agrícolas.

Agustín Martínez dijo que falta potenciar las cadenas de trabajo del sector agro. En algunas que ya existen, como el azúcar, hay que identificar sus puntos débiles para mejorarlos.

Por otro lado, Cardenal recordó que hay diferentes impuestos al interior de cada país. En el caso de los vehículos, por ejemplo, señaló que el IVA en Guatemala es tres puntos menor que en El Salvador. Además indicó que no tienen el impuesto a la primera matrícula.

Un posible problema al aprobarse la unión aduanera sin más cambios, es que la mayoría de salvadoreños viajen hacia Guatemala para adquirir sus vehículos, perjudicando las ventas y empleos de nuestro sector automotriz.

Con estos casos en mente Cardenal dijo que “hay leyes que se tendrían que modificar, derogar y cambiar, para que podamos ser competitivos y podamos estar en igualdad de condiciones”.

“Si se hace de mala manera (la unión aduanera) todas esas industrias quebrarían porque no podrían competir”, reflexionó. Para él no solo se trata de revisar los aranceles pendientes, sino las condiciones que pueden afectar o beneficiar a esos productos.

También hay otros aspectos propios de la unión que están pendientes de completar. Entre ellos mencionó las aduanas periféricas. En ellas se harán los trámites para cualquier producto o persona que ingrese al territorio común de ambos países.

“No se han establecido aduanas periféricas. ¿Cómo se tratarían los ingresos fiscales cuando se paguen y no se sepa adónde va el producto? ¿Cuál de los Estados recibiría el impuesto?”, comentó.

Complicaciones legales

Luis Cardenal además recordó que terminar el trabajo pendiente supone otro reto: Guatemala ya firmó el protocolo para la unión aduanera bilateral con El Salvador.

De hacerse cambios a algunos rubros, será necesario pedir a Guatemala que haga las reformas necesarias, explicó el empresario.

Rigoberto Monge coincidió con Cardenal señalando que lo que ha pedido Guatemala es un protocolo bilateral que “no se ciñe estrictamente” al acuerdo que ya existía entre los cinco países de la región.

Monge reconoció que es muy difícil coordinar negociaciones entre funcionarios de todos esos países. Sin embargo dijo que todo avance bilateral debe basarse en el acuerdo regional.

Las fuentes creen que, a la larga, es importante lograr la integración aduanera.

“Es una necesidad en un mundo competitivo donde ya se han conformado bloques económicos y comerciales en todas partes del mundo”, dijo Luis Cardenal.

“Tenemos que dar ese paso de calidad en el proceso de integración regional”, añadió Rigoberto Monge.

Según un comunicado del Ministerio de Economía, se ha acordado conformar grupos de trabajo relacionados a temas como administración, fito y zoosanitarios, migratorios y de seguridad.

El Ministerio adelantó que en marzo iniciarían las sesiones de trabajo entre técnicos de Guatemala y El Salvador.

En Cifacil se encuentran representadas las gremiales de los sectores exportador, industrial, comercio, agroindustrial, textil, distribuidores y empresas americanas para participar en el proceso de integración aduanera.