Las irregularidades que generó la Dirección General de Aduanas al cambiar el documento con el cual cobran $18 por rayos X podrían estar violentando el Tratado de Libre Comercio (TLC), que nuestro país firmó con Centroamérica y Estados Unidos.
Así lo expresó este lunes la directora ejecutiva de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (Amcham, por sus siglas en inglés), Carmen Aída Muñoz, al referirse al nuevo sistema de cobros que utiliza Aduanas desde el 1 de enero.
Según la empresaria los cobros que el software hace en casos indebidos son un obstáculo técnico al comercio. Además añadió que Amcham ya envió informes al Departamento de Comercio de Estados Unidos. Al ser parte de un mismo acuerdo comercial, el país norteamericano puede pedir explicaciones por esta traba al comercio que está realizando el Gobierno de El Salvador.
“La guía administrativa de la Dirección General de Aduanas no lo violenta, pero la aplicación en su sistema informático sí violenta el tratado porque no ha generado los códigos. Ellos improvisan, cobran y dicen me equivoque… pero después no tienen dinero para devolverlo”, expresó Muñoz.
La representante de Amcham brindó estas declaraciones durante una conferencia organizada por las siete gremiales del sector privado que conforman la Comisión Intergremial de Facilitación de Comercio (Cifacil).
Aduana cobra hasta en movimientos nacionales
La presidenta ejecutiva y vocera de la comisión, Carmen Aída de Meardi, denunció que desde el 1 de enero Aduanas está cobrando, de forma automática, cada vez que un empresario ingresa la declaración de mercancía en el sistema.
Esto ha afectado a movimientos controlados, como los que involucran a Zonas Francas, haciendo que las empresas paguen esos $18 hasta dos o tres veces cuando mueven su carga dentro del territorio nacional.
Meardi explicó que el problema surgió porque al cambiar el sistema para usar la declaración de mercancía, Aduanas no creó los códigos para liberar del cobro a las operaciones que por ley no deben pagar. Aunque algunos códigos ya fueron creados, ella precisó que quedan muchas operaciones afectadas, además de las molestias y gastos adicionales.
De acuerdo con un listado que proporcionó Cifacil, se está cobrando al traslado de carga dentro de nuestro país, cuando se trata de movimientos entre zonas francas, depósitos, bodegas o fábricas de la misma compañía.
Por ejemplo, si una empresa importaba materia prima, la guardaba en un depósito especial y luego la exportaba después de procesarla, el proceso tenía un costo de $36 por rayos X. Ahora el costo por escáneres se duplica y sube cada vez que se mueve la carga entre los depósitos y la Zona Franca.
Sobre este problemas el director de asuntos económicos de la Cámara de Comercio, Mario Magaña, expresó que “para todos ha sido una sorpresa. El cobro de $18 era para comercio exterior, importación y exportación, pero amanecemos en 2016 con cobros para operaciones internas. Eso no estaba en ningún lado”.
Que devuelvan el dinero
Las gremiales, representantes de la industria, textiles, exportadores y distribuidores, enviaron una carta al Ministerio de Hacienda solicitando a su titular que intervenga en la problemática.
En concreto Cifacil pidió que primero se suspendan los cobros a través del nuevo sistema, ya que sigue cobrando en operaciones que están libre de la tarifa.
Además, exigieron que Hacienda establezca un mecanismo para devolver lo más pronto posible el dinero que se cobró de forma indebida a las empresas. Normalmente un proceso de este tipo suele tardar meses, dependiendo de la burocracia y el efectivo con que cuenta el Estado.
“Es un fin recaudatorio. El estado está tratando de recoger más impuestos a través de tasas y ocupando este mecanismo está deprimiendo nuestra economía”, expresó la directora de Amcham.
Según estimaciones de la Cámara de la Industria Textil (Camtex) de continuar estos cobros indebidos una empresa textil de mediano tamaño tendrá que pagar $40 mil adicionales este año por sus movimientos de carga dentro y fuera del país.
Todos los representantes gremiales insistieron en que este aumento de costos perjudica a los empleos del país. “Cada centavo que nosotros le sumemos a un producto de exportación nos resta oportunidades para seguir creciendo… El resultado es que vamos a tener menos empleo porque esto hace la operación más costosa”, explicó la directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar.
La representante de los exportadores añadió que no se trata solo de estos cobros, sino de un contexto en el que las exportaciones nacionales sufren retrasos y costos excesivos.
El aumento de costos, explicó Meardi, puede provocar que algunas empresas decidan mover sus negocios de logística y depósito a otros países, o hacer negocios con empresas que no tengan estos costos.
En resumen, estos costos adicionales nos dejan en desventaja frente a los productos de otros países, dijo la directora ejecutiva de Camtex, Patricia Figueroa.
“En el marco del nuevo acuerdo TPP, que nos pone retos aún mayores de competitividad, estas medidas no hacen (más que) deteriorar nuestra competitividad en un sector que aporta más del 50% de las exportaciones totales”, mencionó Figueroa.
Mario Magaña, de la Cámara de Comercio, insistió en que estos cambios en cobros representan una inestabilidad jurídica, reglas de negocios que cambian sin tener en cuenta la planificación empresarial. “Todo esto viene a evaporar la competitividad del país y desanimar la inversión de negocios”, dijo.
La vocera de Cifacil, Carmen Aída de Meardi, señaló que como gremiales mantienen negociaciones con el Ministerio de Economía y Vicepresidencia de la República, con quienes ya han alcanzado acuerdos para facilitar el comercio, pero lamentó que aún haya sectores de Gobierno que entorpezcan el trabajo. Aún así, señaló que no abandonarán la mesa de negociación. “No podemos levantarnos de esa mesa, porque la operación de las empresas está en el país .. tampoco queremos estar sentados y no tener resultados y que una parte del gobierno trabaje a favor y otra no vaya en la misma línea”, concluyó.
