El crédito de consumo creció 7.2% en 2015

El crédito otorgado por la banca local al sector empresarial se estancó en 2015, influenciado por el bajo nivel de inversión privada y crecimiento económico.

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Abansa considera que deben ejecutarse iniciativas para lograr mayor crecimiento económico, incluida la ampliación de la base tributaria

/ Foto Por ARCHIVO EDH

Por Guadalupe Hernández

2016-01-11 9:15:00

El bajo nivel de inversión privada que mostró el país a lo largo del año pasado influenció el crecimiento marginal del crédito otorgado a las empresas. La caída en el precio internacional de las materias primas también incidió en una menor demanda de fondos por parte del sector privado, sostuvo la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

La gremial informó que la demanda de crédito estuvo concentrada en la cartera de consumo, que incluye compra de vehículo, gastos de educación, pago de tratamientos médicos, y compra de bienes muebles, entre otros.

Detalló que, a noviembre del año pasado, la estructura de créditos estuvo distribuida en un 43.5% por el crédito de empresas, un 34.4% de consumo, y un 21.2% de vivienda.

Sin embargo, en el crecimiento de la cartera destacaron los créditos de consumo (7.2%), seguido por vivienda (2.1%) y empresas (1.0%).

“El crecimiento de la cartera en cada uno de los rubros es reflejo de la demanda”, dijo Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa.

En total, la cartera de préstamos brutos sumó $10,808 millones (sin incluir bancos cooperativos ni sociedades de ahorro y crédito), reflejando un crecimiento de apenas un 3.3% punto a punto. 

Según la gremial, el impuesto a las transacciones financieras, que el año pasado cumplió un año de vigencia, también constituye un costo para la banca y para sus usuarios.

“Los nuevos impuestos afectarán a grandes contribuyentes, incluido el sistema financiero, y serán un desincentivo para realizar nuevas inversiones en El Salvador, lo que constituye un retroceso en los esfuerzos para generar mayor empleo”, dijo.

Abansa considera que deben hacerse esfuerzos para no afectar la competitividad de las empresas, ya que es uno de los principales obstáculos que tiene nuestro país para lograr mayor inversión, crecimiento económico y generar mayor empleo y bienestar a la población.

Recordó que la fortaleza y solvencia de la banca, sostiene de Jiménez, contribuye al crecimiento económico del país.

A pesar de que los retos aún son grandes en el país, la gremial considera que en los últimos años se han registrado avances importantes en cuanto a inclusión financiera.

Citó como ejemplo la aprobación de la Ley para facilitar la inclusión financiera aprobada en 2015, cuya normativa será emitida este año por el Banco Central de Reserva (BCR), la cual facilitara la apertura de cuentas a personas que no posean NIT (que a la fecha es obligatorio presentar).

Según el informe de inclusión financiera del Banco Mundial 2015, el porcentaje de la población mayor de 15 años que tiene una cuenta de depósitos en una institución financiera es del 34.6%.

La cifra representa un avance importante, añade de Jiménez, sobre todo si se compara con el 2011, cuando fue del 13.8%. A pesar de dicha mejora, el promedio de los países de ingreso medio bajo, dentro de los que se encuentra El Salvador, fue de 41.8% para ese año.

El informe indica, además, que el porcentaje de personas que tiene una tarjeta de débito en 2015 fue de 21.8%, cuando en 2011 fue de 10.9%. El promedio de los países de ingreso medio bajo fue de 21.2% para 2015.

Sin duda, el nuevo instrumento legal beneficiará a la población que a la fecha no tiene operaciones con el sistema financiero formal, que espera continuar apoyando a las empresas y familias facilitándoles el financiamiento para la ejecución de nuevos proyectos.