La semana pasada entró a la Comisión Financiera de la Asamblea Legislativa el anteproyecto de Ley Especial para beneficiar las inversiones realizadas con remesas familiares; la cual consiste en permitir a los salvadoreños que envían remesas al país a que puedan invertir, voluntariamente, una parte de la cantidad enviada en bonos o letras del Estado, por lo cual se recibiría un incentivo.
Sin embargo, el analista, Rafael Lemus, explicó que este tipo de ley “no tiene ninguna coherencia, ni un sentido económico”.
Con esto se refiere a que la ley provee incentivos que “no tienen ninguna lógica”, como por ejemplo ofrecer 10% de interés por la inversión realizada en la compra de letras o bonos del Estado.
Lemus describe esto como un decisión sin lógica puesto a que actualmente, el Estado paga una tasa de interés de 1.3% de lo que emite del fondo de pensiones.
“Porqué le pagará 10% a un migrante, y 1.3% al salvadoreño que trabaja aquí y paga con su ahorro”, añadió.
Otro de los incentivos para quienes opten por invertir remesas es que podrán recibir créditos preferenciales para la adquisición de vivienda familiar con cuatro puntos mínimos abajo del porcentaje de interés.
Nuevamente, Lemus califica esto como innecesario, puesto a que es mejor ofrecer este tipo de incentivo a los salvadoreños que viven en la nación y no a personas que envían remesas y se encuentran fuera del país.
Otros incentivos para quienes busquen invertir serán una exoneración del 30% del pago del impuesto sobre la renta y poder recibir atención médica en cualquier dependencia del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
El objetivo de esta ley, según el documento presentado en la Comisión, es que estos ingresos, recibidos por el Gobierno, podrán utilizarse para la realización de obras de inversión y de infraestrucura.
Estado tendrá más control de las remesas
A finales del año pasado, el Banco Central de Reserva (BCR) anunció que empezando el 2016, el Gobierno mantendrá una base de datos con información personal de quienes envían o reciben remesas, y junto con eso también las cantidades de dinero que se movilizan en esas transacciones.
Esto implica que los agentes de remesas (y las empresas de transferencia salvadoreñas) tendrán que enviar diariamente información estadística a la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) sobre la cantidad de remesas, montos enviados, remitentes y destinatarios.
La nueva normativa establece que los formularios para esta base de datos incluirá información personal como nombre, DUI, dirección y parentesco de las personas que reciban las remesas.