Inseguridad y excesivos trámites son los principales obstáculos para el turismo

La creación de nuevos tributos o contribuciones especiales hacen que el país se vuelva un destino caro en la región, señala Casatur.

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Turistas nacionales visitan en una larga caminata el cráter del volcán Ilamatepec de Santa Ana, que está a más de 2,800 metros sobre el nivel del mar.

/ Foto Por Mauricio Cáceres

Por Magdalena Reyes

2016-01-24 9:00:00

La tasa de homicidios en el país, que en promedio ha alcanzado unos 24 diarios en 2015 y las delimitaciones de los territorios de las pandillas han causado que países como Estados Unidos lancen alertas para que sus ciudadanos no viajen hacia El Salvador, situación que está pasando factura al tejido productivo en general, entre ellos al sector turismo, que se ve afectado por pago de extorsiones por ejemplo.

Ante la situación que el sector atraviesa, Roberto Calderón,  presidente de la Cámara Salvadoreña de Turismo (Casatur), asegura que no poseen una estrategia específica para hacerle frente a la situación, porque consideran que es el Gobierno quien debería tenerla.

Pero como empresa privada hacen su aporte participando en ferias y convenciones para promover al país como destino turístico.

“Creo que sería negativo no hacer nada, porque sería como aceptar que estamos tan mal que ni la presencia de El Salvador existe en otros lugares, esa podría decirse que es la estrategia”, explica.

Reconoce además que las noticias negativas de El Salvador en el extranjero afecta al sector.

El empresario considera que para un inversionista puede ser más importante la certeza de seguridad jurídica que el problema de la delincuencia, poniendo como ejemplo la situación conflictiva por la que ha atravesado Colombia y que logró establecerse como un importante paraíso turístico en la región.

Efecto de la violencia

Calderón menciona que la inseguridad afecta al sector turismo como a todas las actividades en el país.

“Si lo están renteando, entonces usted tiene que vender sus artículos más caros, quien compra vende caro y por ende da más caro el producto terminado”, señala.

Asegura que contar con datos certeros de la cantidad de negocios que están siendo afectados por las extorsiones, es difícil porque las víctimas no lo mencionan por temor.

La empresaria Bellyni Sigüenza señala que en el caso de sus hoteles ha tenido que implementar un sistema cerrado de cámaras de seguridad y preferiría abrir empleos para mejorar el servicio de en su hotel en vez de tener costos de vigilancia.

“Si pagamos vigilancia aumentan nuestros costos y nos volvemos menos competitivos”, menciona Sigüenza.

El empresario considera que por la situación que atraviesa el país, hay urgencia por una acción inmediata que haga eficaces las capturas.

“Pero como no hay una buena coordinación entre la Fiscalía y la policía, eso tiene mucho que ver”, señala.

Agrega que lo mejor sería apostarle a la represión, sin olvidarse de la prevención.

Con el nombramiento de Mauricio Ramírez Landaverde, como ministro de seguridad considera que se ha perdido un excelente elemento en la Policía Nacional Civil (PNC).

“Para mi los ministerios son políticos y él es más operacional, puede ser que desde su punto de vista pueda ser más objetivo y ojalá que así sea. Si el puesto es político como tal, creo que se perdido un buen elemento en la policía y ojalá que hayan resultado”, destacó Calderón.

Tramitología, otra de las limitantes

El sector de transporte de turismo ve afectada su labor por la tardanza en los trámites del Ministerio de transporte, Calderón afirma que el trámite para el otorgamiento de placa puede tardar hasta seis meses y eso acarrea costos financieros para el sector.

Destacó que esto tiene incidencia con el cierre de empresas de diferentes áreas como Jumex, generando desempleo en el país.

“Esas son las cosas que el Gobierno no está viendo y de ahí los choques con el sector privado, porque no quiere aceptar que se están haciendo mal las cosas”, afirma.

Otro de los obstáculos que sortea el sector es la inseguridad jurídica que impide que puedan venir al país más inversionistas para dinamizar el rubro.

“La inseguridad jurídica sumada a la parte delincuencial,  no permite invertir en un país donde no sabe si el día de mañana le puede brindar la posibilidad de mantener la empresa, de ahí que los mismos capitales salvadoreños se estén fugando a invertir en otros países”, detalló.

La creación de nuevos impuestos, o “contribuciones especiales” también han afectado al sector, ya que genera un efecto cascada que hace que los productos y servicios eleven su costo.

“Como destino nos volvemos un destino caro, aunado a la violencia, entonces mejor me voy a otro país”, afirmó.

El dirigente gremial manifiesta que tienen expectativas positivas con respecto a la ejecución del Fomilenio II en toda la zona costero marina del país.

Considera que podría mejorar las condiciones de agua potable, drenaje de desechos o una planta de tratamiento para que no se continúen lanzando al mar.

En cuanto a la expectativas para el rubro esperan que el rubro crezca por lo menos 5%, además están trabajando en atraer inversión de empresarios españoles.

Estado del sector

El ejecutivo de Casatur destaco que el sector tiene un crecimiento anual de entre el 3% y 4%, y aunque es pequeño se debe considerar que hay países que no han crecido.

Comenta que el presupuesto de $8 millones con los que cuenta el Ministerio de Turismo es bajo, para promocionar los destinos nacionales; asimismo dicho presupuesto está sujeto a lo que se recaude a través  de la contribución especial que pagan los turistas en hoteles y aeropuerto cuando abandonan el país.