???Queremos invertir, pero necesitamos que nos quiten el freno de mano???

Gobierno y empresarios deben dialogar y tomar acciones concretas para sacar al país de esta crisis, opina Diego de Sola. Los trámites excesivos y los ataques al sector privado ponen “freno de mano” a la inversión y al crecimiento, asegura.

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De Sola insta al gobierno y los empresarios a entablar un diálogo dirigido a consensuar acciones concretas para reactivar la economía.

/ Foto Por Douglas Urquilla

Por Omar Cabrera

2016-01-25 9:30:00

Diálogo entre representantes del gobierno y los empresarios ha habido, pero sin resultados concretos, opina Diego de Sola.

Él considera que para generar credibilidad, al diálogo deben seguirle acciones concretas. Y para comenzar, el director de Grupo de Sola propone agilizar los trámites para el sector construcción.

Dialogar no significa estar de acuerdo en todo, ni coincidir en aspectos ideológicos -añade- sino ponerse de acuerdo para sacar adelante a El Salvador.

Aunque se alegra de que las perspectivas económicas de Estados Unidos son favorables y eso beneficia las exportaciones y las remesas de El Salvador, el empresario advierte que nuestro país debe mejorar su productividad y otros factores internos.

¿Cómo visualiza las perspectivas económicas para el país este año?

Realmente, me es difícil opinar sobre las perspectivas económicas porque siento que el 2015 no ha sido un buen año, en general, y no veo qué condiciones estén cambiando para que este año sea mejor.

En la historia de nuestro país estamos en un momento con muy poca visibilidad hacia adelante. No veo claro qué rumbo llevamos como país, y no veo claro cuál es el plan que tiene nuestro liderazgo político hacia adelante, para nuestro país.

Evidentemente tenemos retos bien fuertes de violencia, tenemos retos de corrupción, tenemos retos en el sistema educativo, en el sistema de salud, etc. Tras todo eso, estamos viviendo una profunda desconfianza en general, a nivel individual, a nivel organizaciones, a nivel sectores… Hay una desconfianza galopante, que es lo que lleva a la polarización que vivimos. Y esa desconfianza lo que hace es que incrementa los costos de transacción.

¿Se refiere, sobre todo, a la desconfianza que hay por parte del sector privado hacia quienes gobiernan actualmente?

Yo creo que esa desconfianza es mutua, pero además de eso me refiero a una desconfianza mucho más profunda en el sentido de que como individuo, a cada uno nos está costando confiar en nuestro prójimo, ¿me explico?

La confianza no es un estado natural del salvadoreño, hoy en día; más bien es la desconfianza y el temor. Es un círculo vicioso, porque si yo te tengo temor a ti, yo me alejo de ti; si me alejo de ti, es más difícil entenderte; si es más difícil entenderte, empatizo menos; empatizo menos, me distancio más…

Lo que estamos haciendo es generando estelas de mucha confrontación y de odio. Creo que hay demasiado odio en nuestra sociedad, y esa desconfianza generalizada es el nacimiento de ese odio.

Por otro lado, veo factores externos que sí preocupan; por ejemplo, las tasas de intereses van a empezar a subir. La economía no está bonancible, digamos. China está desacelerando, Estados Unidos ahí va, pero no es infalible, y si bien hay varios indicios buenos, también es muy frágil ante situaciones de índole terrorista, los mercados todavía están bastante inciertos.

Pero hay analistas que prevén un entorno internacional positivo para el país este año, con la economía de Estados Unidos creciendo y bajos precios del petróleo. ¿Coincide con esta perspectiva?

Coincido con que Estados Unidos es un bastión de fuerza para nuestra economía. En la medida en que EE. UU. esté bien, eso impulsa las remesas, que es una parte importantísima de nuestra disponibilidad; sin embargo, como siempre se dice, la remesa es una bendición, pero también es una amenaza, porque lo que nosotros necesitamos es impulsar la productividad, el empleo acá.

El empleo de los salvadoreños en Estados Unidos no va a suplantar la necesidad de trabajo acá. Entonces, si bien es una gran ayuda, por supuesto, estamos viendo que es muy difícil lograr redirigir esos fondos de consumo a inversión.

En la medida en que nuestra competitividad no suba… y esa competitividad requiere de agilidad en trámites para los negocios. Ahorita estamos viendo, por ejemplo, que el gobierno está deteniendo IVA a los exportadores.

Entonces, pareciera que las acciones que se están tomando acá, si bien las necesidades de dinero en el gobierno están claras, pero la manera en que están buscando obtenerlo siento yo que es bastante cortoplacista, porque lo que están haciendo es que están ahorcando al sector privado, que en el corto plazo a lo mejor les traiga algo, pero por otro lado agregan un montón de plazas nuevas en el sector público… Entonces, ¿hacia dónde vamos?

Ya que menciona la parte fiscal ¿cree que el gobierno aumentará impuestos o aprobará alguno nuevo este año?

No me cabe duda de que van a intentarlo. No sé si lo aprobarán o no. O sea, ese ha sido el modus operandi, cuando se les va acabando el dinero van buscando cómo aumentar impuestos. Y no es que esté y categóricamente en contra de los impuestos, nosotros pagamos nuestros impuestos. Lo que pasa es que cada vez que uno hace eso y no da ninguna muestra ni de reducción de gasto ni de eficiencia, y muy pocas muestras de efectividad en el uso de esos fondos es difícil.

Nosotros, además de pagarles a ellos, estamos acechados por extorsiones… estamos gastando un montón de dinero en seguridad, un montón de otras cosas que se supone que son la labor del gobierno.

¿Ycuáles factores internos cree que se pueden mejorar para que este año sea mejor que 2015 para el país?

Hay una gran oportunidad, y la oportunidad es que el gobierno y el sector privado tengan discusiones y colaboraciones honestas, propositivas y basadas en una agenda común. No quiere decir que el sector productivo va a estar siempre de acuerdo ideológicamente con los servidores públicos de turno. Ese no es el tema, el tema es que queremos sacar a El Salvador adelante.

Para sacar a El Salvador adelante necesitamos generar productividad. Yo me he reunido con varios servidores públicos que te dicen lo mismo: ‘Necesitamos generar productividad’.

¿Cómo se genera productividad? Tenemos que ser competitivos. Vuelvo al tema: por ejemplo, el sector construcción. Siempre los trámites han sido un reto para nuestro sector, pero ahorita están más difíciles que nunca.

Yo no estoy abogando por hacer dispensa de trámites para el sector, porque hay que tener responsabilidad ambiental, hay que tener una noción clara de la situación del agua en el país y trabajar en ese sentido, pero si no hay una colaboración y las situaciones que estamos viendo, o las disposiciones del Gobierno, en muchísimos casos son unilaterales, impuestas, inconsultas, o en todo caso, te invitan a la mesa, te platican de lo que van a hacer y lo hacen… Aquí hay una oportunidad, en el Gobierno hay voces que buscan desarrollar nuestra economía.

¿Qué tipo de trámites son los que más están afectando a la construcción? ¿Son ambientales?

Ambiental y agua. Son los dos en los que podríamos realmente entablar discusiones productivas para buscarle soluciones a los retos de agua y ambientales.
Yo no voy a negar que haya retos. Por supuesto que hay retos, pero no hemos tenido una verdadera oportunidad, y el gobierno está actuando como que si realmente no confían en el sector privado, en el tema construcción.
   Trabajar en el sector construcción se siente como que vas manejando un carro con el freno de mano puesto. Vas empujando y empujando, pero si dejas de acelerar, para.