Potenciar el café ayuda a proteger miles de empleos

El director de Grupo de Sola, Diego de Sola, destaca la importancia del sector por los miles de trabajos que genera y por su aporte al medio ambiente.

descripción de la imagen

Unas 50,000 personas trabajan en el sector café en el país, según el Consejo Salvadoreño del Café (CSC).

/ Foto Por EDH / Archivo.

Por Omar Cabrera

2016-01-25 9:20:00

El café aporta solo un 1 % del PIB, pero el empresario Diego de Sola considera importante potenciar al sector por los miles de empleos que genera y por los beneficios ecológicos del bosque cafetero.

La producción de café en El Salvador ha caído de 4 millones de quintales anuales antes de la guerra a poco más de 830 mil quintales, que es la cosecha proyectada para el presente año.

En una proporción similar, los empleos en el sector han caído de más de 200 mil a cerca de 50,000 en la actualidad, según el Consejo Salvadoreño del Café (CSC).

De Sola dijo que la sequía y la roya han golpeado al café en los últimos años.

“De la supervivencia del sector café depende trabajo en el campo, depende menos migración urbana, y el parque cafetalero, que es una de las únicas cosechas agrícolas que es considerada un bosque”, añadió el empresario.

El Grupo de Sola es accionista de la Unión de Exportadores (Unex), que beneficia y exporta café.

Diego de Sola asegura que la empresa aglutina a 5,000 productores, de los cuales la  mayoría son pequeños.

Dada la importancia del sector, el gobierno debería “impulsar una reestructuración completa de la institucionalidad en el sector, fortaleciendo a los representantes del gremio, con actores realmente representativos, y nueva visión de comercio exterior de café salvadoreño en aspectos como el mercadeo”, opina el empresario.

En su opinión, también hace falta invertir en apoyo a tecnología nueva e investigación que potencie la renovación de la caficultura para protegerla de plagas.

En materia de cooperación externa, el gobierno debería abrir camino para traer fondos que apoyen el financiamiento para la renovación de fincas con nuevas variedades resistentes y que ofrezcan mayor productividad, opina De Sola. A tono con iniciativas que han adoptado países como Costa Rica, él sugiere también mejorar la productividad impulsando esfuerzos de protección ambiental en el manejo de las fincas.