BERLIN. El fabricante de vehículos alemán Audi anunció ayer que el año que viene entrará en funcionamiento su nueva planta en la localidad mexicana de San José de Chiapa.
La empresa realizó este anuncio al publicar sus resultados entre enero y septiembre, un período en el que obtuvo un beneficio neto de 3,284 millones de euros, un 4.6 % menos en términos interanuales.
Audi tenía previsto invertir un total de 992 millones de dólares (900 millones de euros) en la construcción de esta nueva planta que, en palabras de Rupert Stadler, consejero delegado de Audi, debe convertirse en un “importante elemento de futuro” en la red global de producción del fabricante.
La fábrica, que montará la siguiente generación del crossover compacto Q5, dará empleo directo a 3,800 trabajadores e indirecto a otros 20,000, según la compañía alemana. Las instalaciones, que ocupa una superficie de 400 hectáreas, contarán con una nave de carrocerías, otra de pintura y una línea de ensamblaje, aparte de taller de prensas.
Audi indicó que hasta septiembre su facturación se elevó hasta los 48,1844 millones de dólares (43,695 millones de euros), una subida del 11.2 %, mientras su beneficio antes de impuestos cayó un 7 %, hasta los 4,68465 millones de dólares (4,249 millones de euros), y su beneficio operativo aumentaba un 5 %, hasta los 4,436,58 millones de dólares (4,024 millones de euros).
La alta demanda de vehículos deportivos utilitarios (SUV), como el que se montará en la planta de San José de Chiapa, y el buen comportamiento de los mercados en Norte América, no lograron compensar los costes por el desarrollo de nuevos modelos y tecnologías, así como por la reestructuración de su red global de producción.
Hasta septiembre, el fabricante de vehículos entregó 1,347.972 vehículos, un 3.8 % más en términos interanuales.