Mercado de lujo, un negocio de millones

Las 100 mayores empresas de bienes de lujo del mundo generaron ventas de 214 mil millones, de dólares.    

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El desarrollo de la clase media en el mundo y las compras en internet impulsa el consumo de bienes suntuosos.

/ Foto Por EDH

Por Guadalupe Hernández

2015-11-24 12:17:00

Louis Vuitton, Prada, Valentino, Gucci son algunas de las 100 marcas que producen bienes de lujo cuyas ventas alcanzaron los $214 mil millones y márgenes de utilidad de 10.3 %, alrededor del mundo.

Según el “Global Powers of Luxury Goods 2015”, un estudio de mercado elaborado por Deloitte Touch Tohmatsu Limited (DTTLH), la creciente facturación en este sector ha sido impulsada por el desarrollo de la clase media en los últimos cinco años, en el mundo.

Este estudio identifica a las 100 empresas más importantes en la producción de bienes de lujo y las marcas que forman este “top 100” deben facturar más de $142 millones anuales.

El portafolio de productos va desde accesorios de moda, bolsos, zapatos, ropa hasta tecnología, que destacan por su exclusividad, alta calidad y precio.

Las principales marcas a nivel global por valor de mercado son Moet Hennessy-Louis Vuitton (LVMH); Richemont, Estée Lauder, Luxottica, entre otras (ver módulo).

Entre ellas, las que han registrado un crecimiento más acelerado por demanda son Michael Kors Holdings (Hong Kong), Kate Spade & Company (EE. UU.), Tory Burch LLC (EE. UU.), PC Jeweller (India), y Luk Fook Holdings, (Hong Kong).

Por países, China y Hong Kong son el mayor mercado mundial de bienes de lujo, desplazando a Estados Unidos en un segundo lugar, razón suficiente para que todas las marcas de lujo apunten hacia el continente asiático, el más habitado del planeta.

Latinoamérica no se queda atrás. Desde hace años, estas marcas comenzaron a desembarcar en este continente, una región en donde en las últimas décadas la clase media ha mejorado, con mayor consumo de perfumería, carteras, zapatos y ropas de casas internacionales.

Chile, por ejemplo, fue el primero en abrir un Café Armani, un establecimiento que muestra la esencia de la marca italiana en toda su plenitud, demostrando que el lujo no es sólo un producto, sino también una experiencia.

El lujo también se mide entre los fabricantes de aviones, que han comenzado a desarrollar modelos personalizados para captar un mercado que necesita cada vez más comodidades a la hora de viajar.

Incluso, las aerolíneas han diseñado rutas exclusivas, entre ellas, la de Londres a Doha, operada por Qatar Airways, en un Airbus A380 que cuenta con ocho suites de primera clase.

Asimismo, la principal aerolínea de los Emiratos Árabes Unidos, Etihad Airways, posee una lujosa “suite”, la “Residence”, con mayordomo y menú gourmet, entre otros detalles. El pasaje es valorado en $21,300 (sólo de salida).

Las nuevas cabinas-suites, que han estado en desarrollo por los últimos cinco años, siguen el modelo hotel/jet corporativos en el mercado, y comenzaron a surcar los cielos desde 2014, un mercado que cada vez va en crecimiento.

Proyecciones de crecimiento

Una de las llaves mágicas que ha abierto el escaparate de los productos premiun a un abanico más amplio de compradores es el Internet mismo, ya que permite hacer la transacción bajo sus propios términos, en el lugar y el momento que quiera, con más opciones y transparencia de precios.

En este sentido, el “e-commerce” es el próximo escaparate de la industria del lujo, una herramienta considerada el canal de más rápido crecimiento en el segmento de “retail”.

Esta industria creció un 8.6 % este año, impulso alcanzado por la incorporación de dos nuevos participantes: la estadounidense PVH Corp, propietaria de Warnaco, el mayor titular de la licencia para los productos de Calvin Klein y de la joyería Hong Kong Chow Tai Fook, la mayor cadena de joyerías del mundo, fundada en Hong Kong hace 80 años.

De aquí hasta 2017 se prevé un crecimiento de entre un 4 % y 6 %, en el que serán actores importantes el consumidor viajero, e incluso los “millennials”, los consumidores de entre 18 y 30 años , nacidos entre las décadas de los 80 y los 90 y que conforman la nueva oferta laboral en el mundo.

Sólo en los Estados Unidos, está población alcanzó en 2014 los 92 millones de individuos, representando potenciales consumidores en este segmento, porque gastan cinco veces más que sus padres, sobre todo, en compras “online”, según el estudio mencionado.

El reto de las marcas exclusivas

Para estimular las ganancias y seguir siendo compañías competitivas, el reto de las marcas de lujo será aprovechar las demandas tecnológicas de los consumidores, cada vez más digitales, apostando más por canales de ventas multiplataforma.

Según Deloitte, considerada la segunda firma privada de servicios profesionales más grande en el mundo (por volumen de facturación), algunos jugadores de lujo han comenzado a utilizar la tecnología, sin descuidar la esencia de sus marcas.

Ralph Lauren, agrega, este año lanzó al mercado el primer bolso inteligente llamado Ricky, el cual permite recargar el teléfono celular y activar una luz interior al levantar una de sus solapas.

También My Intelligent Communication Accessory (MICA, por sus siglas en inglés), que en colaboración con Intel y Opening Ceremony, lanzó al mercado gemas semipreciosas con tecnología avanzada con capacidad para recibir mensajes SMS y alertas de reuniones.

En definitiva, el segmento de consumidores de productos de lujo va en crecimiento y cada vez ha dejado de ser exclusivamente para un pequeño grupo, para expandirse masivamente vía “online”, y mayor facturación.