MÉXICO. Con una inversión de 4.500 millones de dólares está culminando en México la construcción del proyecto petroquímico más grande de América Latina, Etileno XXI, que desde diciembre producirá alrededor de 750.000 toneladas de polietileno de alta densidad y 350.000 toneladas de polietileno de baja densidad.
“La producción de este complejo petroquímico”, ubicado cerca de Coatzacoalcos (Veracruz), “va a sustituir el 70 por ciento de la importación de polietilenos en México”, dijo en entrevista con Efe Eduardo Lima de Rozendo, el CEO (primer ejecutivo) de Etileno XXI.
Según Lima de Rozendo, representante en el país de la constructora Odebrecht Ingeniería y Construcción Internacional, la compañía que lidera el proyecto, el complejo tendrá una capacidad de procesamiento de 66.000 barriles de gas etano por día, que se le comprarán a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con ellos se producirán 1,05 millones de toneladas de etileno por año, materia prima para la producción de plásticos para envases de alimentos, detergentes, champús, bolsas, tuberías, biberones, juguetes, pañales e incluso prótesis para la industria médica.
Lima de Rozendo justificó la elección de México como sede del proyecto por su “ubicación estratégica” ya que “cuenta con la costa del Pacífico y del Atlántico”, y por “los tratados que el país tiene firmados”.
Se espera que la iniciativa impacte en la balanza de divisas nacional generando de 1.500 a 2.000 millones de dólares por año y que sea una fuente adicional de ingresos fiscales para el Estado mexicano.
Esta verdadera ciudad productiva necesitó un total de 26.000 trabajadores para su construcción, que arrancó en 2011. Actualmente ocupa casi 900.000 metros cuadrados y se usaron otros 300.000 para almacenar materiales.
En su construcción se utilizaron 334.000 metros cúbicos de concreto, que equivalen a cuatro veces lo que se empleó para levantar el Estadio Azteca de México.
El acero empleado, equivale a cuatro Torres Eiffel. Además se usaron 44.500 toneladas de equipamiento electromecánico, 27.000 toneladas de tuberías y 31.800 toneladas más de estructuras metálicas.
“Utilizamos siete puertos en México por el volumen de materiales y equipos que tuvimos que transportar”, agrega el directivo.
La torre más alta vino de la India, estructuras metálicas llegaron desde Alemania, tanques de almacenamiento de gases desde Italia y otras piezas desde Corea, Japón, Estados Unidos, Brasil y el propio México.
Dentro del complejo se construyó una red ferroviaria que dispone de 1.300 vagones para cargar la producción y distribuirla.
Etileno XXI es un consorcio liderado por Odebrecht Ingeniería y Construcción Internacional, empresa multinacional de origen brasileño, en conjunto con ICA Fluor de México y Technip de Italia, quienes están a cargo del IPC (Ingeniería, Procura y Construcción) del plan.
El complejo será operado por Braskem-Idesa, empresa mexicana formada por la brasileña Braskem (brazo petroquímico del Grupo Odebrecht y la mayor productora de resinas termoplásticas de Latinoamérica) y Grupo Idesa, importante grupo del sector petroquímico en México.
El proyecto acaba de recibir el premio The 2015 DuPont Safety and Sustainability Awards con la más alta puntuación registrada en los 13 años de historia del galardón.
Este reconocimiento se otorga a las empresas y organizaciones que demuestran logros significativos en seguridad industrial, sostenibilidad y excelencia operacional.
“Un accidente dentro de un proyecto es algo que no podemos admitir. Desde el inicio hemos tenido una presión enorme para lograr la meta de los cero accidentes”, dice Lima de Rozendo.
El proyecto incluye asimismo cooperativas locales para impulsar “el desarrollo socioeconómico de la región” y una fuerte participación de mujeres, que en iniciativas de esta naturaleza conforman apenas el 3,5 % de la fuerza productiva.
“Tenemos más de mil mujeres trabajando y más de la mitad están en puestos que no son tradicionalmente para mujeres. Tenemos cabos, soldadores. Alcanzan a ser un poco más del 8 por ciento del total”, finaliza Lima de Rozendo.