Cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia resolvió que los jueces deben considerar como terrorismo los actos de las pandillas o maras, las compañías de seguros detectaron un nicho por cubrir en el mercado, mientras los empresarios lo interpretaron como un factor más de encarecimiento de sus operaciones en El Salvador.
Pablo Durán, presidente de la gremial de exportadores, comentó que en la medida en que las empresas detecten la necesidad de contratar seguros con cobertura de daños por terrorismo, terminarán haciéndolo, como en tiempos del conflicto civil.
Obviamente, alertó, esto implicará un costo adicional que encarecerá la productividad del país, además de los costos ya asumidos por razones de inseguridad.
Actualmente, la mayor parte de empresas, dijo, tienen cobertura de seguros por siniestro que incluyen diversos tipos de desastres y daños, excepto terrorismo. “Estas pólizas son opcionales y quien las quiera tomar pagará un costo adicional. Ahora que va cambiando el ambiente, vamos a tener que revisar nuestras pólizas y todo lleva un costo”, expuso Durán.
Miguel Lacayo, propietario de la cadena “Farmacias Económicas”, considera que en El Salvador hay menos de 10 % de empresas cubiertas con seguros por daños de terrorismo.
“Con esta ley, lo que han hecho es generar negocio para las aseguradoras e incrementar el costo de operación al sector productivo formal”, lamentó Lacayo. A su juicio, ha sido un error mezclar terrorismo con pandillas, porque los inversionistas considerarán que se trata de un riesgo mucho más alto de lo que en realidad es.
Encarecimiento según sector
Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de Coexport, considera que los costos serían variados según la naturaleza operativa de cada sector productivo. Si se trata del agro o al agro industria, el costo sería mayor, porque debe considerar gastos de seguro en todas las fases del producto.
Las empresas de café, ejemplificó, tienen fincas, beneficios y procesos de comercialización en los que contratan seguros antidelincuencia, desde la siembra, hasta que transporta el producto final.
Para algunos, diferenció, contratar un seguro contra terrorismo, adicional a las pólizas por robo, implicaría hasta un 40 % de los costos totales de producción, para otros, entre un 3 y un 20 %, aproximadamente.
“La situación es muy difícil. Sale más caro no tomarlo, porque se arriesga a cualquier acción de esta y es más costosa”, comparó.
Para Lacayo, deberían surgir modificaciones legales que permitan eliminar estas tipificaciones, como las del terrorismo. Las aseguradoras, dijo, elevan sus primas cuando ven la palabra terrorismo.
Asesuisa no ha subido las pólizas
El presidente de Asesuisa, Carlos Espina Duque, consideró que se diferencian del resto de la competencia y rompen el molde. Ajustó las pólizas de vida, autos y gastos médicos ampliando su cobertura por daños o riesgos de terrorismo, sin costo adicional para sus clientes.
“Somos una compañía distinta, pagamos cualquier evento de terrorismo en autos, vida y salud, signifique maras o no, está cubiero en su póliza, con la misma tarifa”, enfatizó. Incluso, todos aquellos asegurados que tengan valores con pólizas de tres millones de dólares hacia abajo están cubiertos y Asesuisa busca ampliar la cantidad de esa cobertura hacia 15 o 30 millones de dólares, sin cobro nuevo. Si el riesgo fuera mayor, se cobraría adicional.