Caso de éxito emprendedor: Ever Valles y la Canasta Campesina

Este joven está creando fuentes de ingresos sostenibles con una innovadora idea agrícola.

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Esta práctica permite que los consumidores sean socios estratégicos, a quienes no solo se les vende un producto, sino también un concepto. Además de recibir un vegetales y hortalizas sanas, el consumidor tiene la satisfacción de estar ayudando al desarrollo comunitario.

/ Foto Por elsalv

Por Marvin Romero

2015-09-15 7:48:00

Hace tres años un joven soñó con que en su pueblo no hiciera falta el alimento, ahora ese sueño está mucho más cerca de convertirse en una realidad. Ever Valles trabaja de sol a sol en las fértiles tierras de la Cordillera del Bálsamo con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria para al menos nueve comunidades del municipio de Comasagua, La Libertad.

Sus esfuerzos han dado como fruto un proyecto que lleva por nombre la Canasta Campesina, un novedoso concepto que combina la producción de cultivos orgánicos, la asociación de pequeños agricultores y la comercialización anticipada por clientes que van desde restaurantes locales hasta cadenas de hoteles en San Salvador.

La idea es que cada pequeño productor cultive la mayor variedad de productos en pequeñas parcelas dentro de sus hogares, de lo obtenido, cada hogar se queda con lo necesario para su consumo durante una semana y el resto es entregado a la cooperativa campesina para su distribución comercial a clientes que han hecho un encargo por adelantado, así solo se recoge lo que se necesita y se evita el desperdicio.

Esta práctica permite que los consumidores sean socios estratégicos, a quienes no solo se les vende un producto, sino también un concepto. Además de recibir vegetales y hortalizas sanas, el consumidor tiene la satisfacción de estar ayudando al desarrollo comunitario.

“Yo siempre he querido apoyar a mi familia y a mi comunidad, no voy a mentir, a veces es muy complicado cambiar la rutina de joven por quedarse a terminar un documento o por organizar algo, pero lo hago con el mayor de los gustos”, afirma Ever.

El proyecto es ejecutado, en su mayoría, por mujeres y jóvenes de la localidad. En total son 250 las familias involucradas y que resultan directamente beneficiadas con la producción de alimentos para su propio consumo, además de recibir un promedio de $250 al mes, lo cual contribuye a la economía familiar.

“Antes ahí tenía que andar buscando los cincuenta centavos o el dólar para comprar mis verduras, ahora que lo cultivo, me ahorro esas dos coras, ya me sirve para otra cosa para mis hijos”, afirma Guadalupe Cigarán, una de las productoras locales.

Jean Michel Fouillade, de Socorro Popular Francés, una de las fundaciones que trabaja con la cooperativa, destaca entre los logros del proyecto el hecho que hace 30 meses solo era posible aportar alrededor de $70 por familia, el crecimiento ha sido de más del 100% en menos de tres años.

Luego de la recolección, en la cooperativa se encargan de armar canastas que incluyen alrededor de 40 porciones de toda la variedad de hortalizas, frutas y vegetales que se cultivan.

La inversión en este proyecto es de cerca de $300 mil y corre por cuenta de la Unión Europea, con el apoyo técnico y administrativo del Socorro Popular Francés y la Fundación para el Desarrollo Socio Económico y Restauración Ambiental (Fundesyram), quienes trabajan con los agricultores de la zona desde hace cinco años.

El técnico, de origen francés, afirma que el proyecto ya superó la primera fase, mientras que la segunda arrancaría a principios del 2016 y comprende el empoderamiento de los agricultores sobre su propio proyecto sin la ayuda técnica, administrativa o financiera de actores externos.

Una idea replicable
Las prácticas de la Canasta Campesina han traspasado las fronteras de Comasagua. La cooperativa ha sido invitada a asesorar a campesinos de una comunidad ubicada en Morazán con la idea de replicar sus buenas experiencias y prácticas con el objetivo de montar el concepto en ese lugar.

Comunidades en Francia también han mostrado su interés en este original concepto. Técnicos de Comasagua visitaron en agosto pasado a campesinos franceses para compartir experiencias.

“Nosotros comenzamos sin saber nada de producción de hortalizas orgánicas ni nada de eso, nos dedicábamos más a  maíz y frijol, así que uno de los beneficios favorables ha sido el conocimiento”, dijo Héctor Girón, otro productor local.

Quien desee adquirir sus productos, puede ponerse en contacto con la cooperativa a través de facebook como La Canasta Campesina y coordinar un pedido o visitar sus mercados ambulantes en San Salvador, los días 15 y 30 de cada mes en las instalaciones de Naciones Unidas en Santa Elena o la Universidad Tecnológica de San Salvador.