La llegada de la era digital y el fortalecimiento de los sistemas democráticos en la región han cambiado la relación entre los actores que conviven en las comunidades, particularmente entre, las organizaciones de base, las empresas, el Gobierno y las municipalidades.
Los ciudadanos al tener un mayor acceso a la información están asumiendo un rol más fiscalizador ante el funcionamiento de las instituciones que se relacionan con su espacio de convivencia.
Ante este diagnóstico, Margareth Florez, directora ejecutiva de RedEAmérica, organización con presencia en 11 países de América Latina y que tiene como objetivo promover la acción empresarial para la creación de comunidades sostenibles, afirmó que existe un “nuevo rol de las empresas” ante esta realidad que ha provocado que cada vez más empresas asuman un rol proactivo en la búsqueda y acercamiento con las comunidades cercanas a su operación.
En ese sentido, la experta en desarrollo de comunidades sostenibles, afirmó que ahora “las comunidades esperan más de las empresas”, y si bien es cierto que ambas se necesitan mutuamente, lo que debe primar en este tipo de proceso de cohesión social es que el acercamiento y el diálogo sea sincero y transparente.
Incentivos para crear comunidades sostenibles
La visita de Margareth Florez estuvo enmarcada en el desarrollo del conversatorio “El sector empresarial, un aliado para construir Comunidades Sostenibles”, organizado por Fusades y Fundemas el día de ayer, y el cual congregó a más de 80 empresarios y ejecutivos salvadoreños que recibieron recomendaciones para asumir un rol de liderazgo en la construcción de un nuevo tejido social en el país.
De acuerdo Florez, los incentivos para que los empresarios inviertan en la creación de comunidades sostenibles son primordialmente económicos, partiendo de la base de que hoy en día la confianza en la marca de la empresa es uno de sus principales activos. Y para lograr una sostenibilidad saludable en ese aspecto es necesario entender que esa percepción de valor está cada vez más determinada por la relación con los ciudadanos y las comunidades donde opera, dejando atrás la relación limitada y tradicional de empresa-consumidores.
La directora ejecutiva de RedEAmérica reconoce que existe una mayor conciencia social de las empresas en cuanto a la acción social que llevan acabo, muchas veces limitada al campo del asistencialismo. En ese sentido, invitó al sector empresarial salvadoreño a adoptar el concepto de inversión social, siendo éste una de las herramientas claves para promover comunidades sostenibles, ya que permite una mayor inclusión de las personas beneficiadas, y por ende, más “corresponsabilidad” en la búsqueda de soluciones de largo plazo a los problemas comunitarios.
Durante el conversatorio de ayer se expusieron tres casos de fundaciones de América Latina (Guatemala, Colombia y El Salvador) que han tenido éxito en el desarrollo de proyectos encaminados a generar comunidades sostenibles.
Rol del Gobierno
Siendo este un actor fundamental en el desarrollo comunitario, Florez recomienda tener precaución al evaluar el contexto socio-político y la disposición del Gobierno en cooperar con el sector empresarial, ya que puede ser una relación desgastante y que al final mine el camino al éxito.
Por lo tanto, recomendó tomar como primera opción a los gobiernos locales que tienen una mayor cercanía con las realidades de las comunidades.
Violencia en el país
Al preguntarle sobre la difícil situación de criminalidad que vive el país, y que proviene de causas eminentemente comunitarias, situándonos constantemente entre los países más violentos del mundo por la alta tasa de homicidios por cada cien mil habitantes, la experta resumió el rol protagónico que deben asumir los empresarios del país: “Eso se resuelve en las comunidades”.
Herramientas para que las empresas desarrollen una Comunidad Sostenible
- Desarrollo de talento humano por medio de los liderazgos comunitarios.
- Involucramiento de la cadena de valor (proveedores) en sus esfuerzos.
- Estrategia decidida y abierta por el cuido del medio ambiente.
- Generar capacidades en las personas por medio de la capacitación.
- Crear networking (redes de contactos) adentro y afuera de la localidad.
- Inversión social (acción social y donaciones) en iniciativas locales.
- Movilizar voluntarios a las comunidades y promover la integración.
- Soluciones a problemas comunitarios por medio de la innovación.