Tras un año de arduo trabajo, el salvadoreño Andrés Escobar, ganó junto a su equipo el Hult Prize 2015, en Nueva York, Estados Unidos.
La competencia de modelo de negocios más grande del mundo organizada por Hult School of Business y el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton (Clinton Global Iniciative).
El fin es buscar desarrollar modelos de negocios que sean sostenibles, replicables y con una finalidad social.
Dicha competencia tiene duración de un año y aplicaron alrededor de 200 mil estudiantes de MBA de todo el mundo.
El Hult Prize otorga $1 millón al equipo ganador para desarrollar su empresa social,en este caso el modelo de centros comunitarios infantiles que ha sido desarrollado por Escobar y su equipo.
#OrgulloSalvadoreño Salvadoreño ganó el premio “Hult Prize” otorgado por Bill Clinton. http://t.co/ibYnOBqtKf pic.twitter.com/7JU2XfJ7nr
— elsalvador.com (@elsalvadorcom) September 27, 2015
Es la primera vez que un salvadoreño gana el premio, el grupo ganador también está conformado por un hondureño, un canadiense y una taiwanesa. Escobar inició el proyecto con sus compañeros de maestría en Administración de Empresa de la Universidad Nacional Chengchi, en Taiwán.
“Estamos muy contestos, satisfechos, agradecidos con tanta gente que nos ha ayudado en este año”, dijo Escobar, vía telefónica.
La competencia final se realizó ayer entre seis equipos de diversas universidades de alrededor del mundo, Escobar dijo que tuvieron que presentar su proyecto ante un jurado especializado, además de asistentes como Bill Clinton, quien entregó el premio.
Pero su proyecto logró superar a todos. Apenas una semana atrás se encontraban en el país para inaugurar el primer centro comunitario infantil.
El pasado 13 de septiembre en la comunidad La Cuchilla, de Antiguo Cuscatlán, lograron abrir la primera guardería basada en el modelo de Escobar.
El proyecto consiste en generar una plataforma online que permita a personas alrededor del mundo que conozcan sobre diversos proyectos de centros comunitarios infantiles que buscan ser desarrollados en países en vías de desarrollos.
“Cualquier persona en el mundo puede seleccionar a personas y proyectos que les interesa para invertir en hacerles una guardería”, explicó Escobar, quien logró convencer a sus compañeros de realizar el piloto en El Salvador.
“Es una solución a largo plazo para reducir la violencia de nuestro país, todo comienza por la educación”, sostuvo Escobar.