3M abre en Chile centro de innovación

En el nuevo centro de innovación de Santiago de Chile 35 profesionales especializados trabajarán en tecnologías para una amplia variedad de industrias productivas

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La empresa 3M abrió el segundo centro de innovación en Chile, un país en donde espera quedarse por un largo tiempo.

/ Foto Por EDH

Por EFE

2015-08-19 11:30:00

SANTIAGO DE CHILE. La empresa 3M inauguró hoy un centro de innovación en Santiago en el que ha invertido seis millones de dólares y con el que espera generar un ecosistema que “permita exportar al mundo productos y soluciones ‘made in Chile'”.

Así lo señaló a Efe Wendy Benson, directora local de la firma estadounidense, durante la inauguración del centro, un espacio en el que se desarrollarán soluciones creativas para sectores como la minería, la construcción, vitivinícola, forestal y salmonero.

El nuevo centro de innovación de Santiago tiene 3.000 metros cuadrados y cuenta con 10 laboratorios para demostración, formación y desarrollo de aplicaciones, donde 35 profesionales especializados trabajarán en tecnologías para una amplia variedad de industrias productivas.

Éste será el segundo centro de estas características que la compañía estadounidense inaugura en el país austral. El primero es un centro especializado en minería abierto en Antofagasta en 2013, el cual ya ha desarrollado aplicaciones que han sido exportadas al resto del mundo.

“Abrir un segundo centro de innovación en Chile responde a una mirada a largo plazo y demuestra nuestra confianza en el país. Queremos contribuir al desarrollo de industrias clave para Chile y apoyar la agenda nacional de productividad, innovación y crecimiento”, sostuvo la ejecutiva.

Para Benson, la apertura del centro en Santiago es una “clara evidencia” de la confianza que la multinacional tiene en Chile y una oportunidad para “colaborar en la diversificación de la economía chilena y la producción de nuevos bienes y servicios”.

La innovación es, según la ejecutiva, la palanca que permitirá que Chile haga el salto hacia la economía del conocimiento, pues “el mundo está cambiando tan deprisa que la adaptación a los cambios ha dejado de ser una opción para pasar a convertirse en una necesidad”.