El dragón chino da un coletazo al precio del crudo

La devaluación del yuan frente al dólar ejerció un efecto dominó en los mercados. China comprará menos mercancías al mundo, como por ejemplo, petróleo.

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Sede del Banco Popular de China en Pekín, China, que la semana pasada ajustó el yuan en 1.1%.

/ Foto Por EFE

Por Guadalupe Hernández

2015-08-17 9:00:00

Sorpresa y grandes dudas ha desatado China a partir de las reformas a su sistema cambiario.  El  Banco Central chino ajustó en 1.1% el valor oficial de su moneda, una decisión que
buscaba transmitir calma en medio de la desaceleración de la economía, pero que desató un efecto adverso que de inmediato incidió en los mercados internacionales.
El viernes pasado, el precio del barril de petróleo de Texas, Estados Unidos, cerró a $42.50, con un aumento de un 0.54 % con respecto al día anterior. Una semana antes,  el barril del “oro negro” había perdido más de un 3 %, debido a las preocupaciones provocadas por el exceso de oferta a nivel mundial.
Ese resultado, en alguna medida, fue alimentado por las dudas sobre la demanda de crudo por parte de China, considerado el segundo consumidor de petróleo a nivel mundial, con un promedio de unos 11 millones de barriles diarios. El primero consumidor es Estados Unidos con 18 millones de barriles por día.
Para algunos expertos, como John Kilduff, co fundador de Again Capital, una firma de inversión especializada en materias primas, el efecto China podría hacer que el barril de crudo descienda hasta los $30, una cifra de la que difiere el economista salvadoreño, Rigoberto Monge, quien estima que siguiendo la tendencia,  éste podría cerrar con un promedio anual de 58 dólares.
El economista salvadoreño, Manuel E. Hinds, tampoco cree que la caída del precio del crudo se deba únicamente a la devaluación del yuán, pues hay otros factores que prevalen sobre ello, por ejemplo, el exceso de la oferta, ya que cuando esta sube,  bajan los precios, y viceversa.
La opinión del economista coincide con un reporte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), de la semana pasada, que revela que el precio del petróleo continuaba en caída libre en medio de la incertidumbre en los mercados de materias primas por el exceso de producción.
Impacto en El Salvador
“Para los países importadores de los derivados del petróleo es una buena noticia, porque obviamente eso tendrá un impacto positivo en la tasa de inflación, costos de producción y precios de la gasolina”, comentó Monge.
Si la tendencia se mantiene, sin duda El Salvador se beneficiará porque la factura petrolera disminuirá, y se comenzarán a observar nuevas disminuciones en el precio de los combustibles locales.  
Este día, por ejemplo, los precios de los combustibles experimentarán una reducción entre 10 a 12 centavos el galón, según estimaciones de la Asociación de Distribuidores en Estaciones de Servicio (Adepetro), la cual  se debe a los acontecimientos internacionales (políticos y económicos) que ocurrieron cuatro semanas atrás.
Sin embargo, el efecto china se podrá percibir el próximo mes, cuando  se esperan nuevas bajas  en el costo de las gasolinas y del diésel, debido al impacto que ha provocado la devaluación de la moneda de uno de los principales tigres asiáticos en el precio del crudo.  
Sergio Recinos, presidente de Adepetro, considera que la disminución  de precios en los combustibles siempre se traduce en un dinamizador de la economía salvadoreña, que prácticamente funciona en cascada: las familias  comienzan a utilizar más sus vehículos, las industrias experimentan ahorros en sus operaciones, y las personas tienen mayor capacidad de compra.
Impacto regional
Para los países exportadores de petróleo y de materias primas, como  Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,  que exportan sus materias primas hacia el gigante asiático, el panorama puede ser negativo, por lo que las preocupaciones han comenzado a manifestarse.
La devaluación del cuan, que se redujo en casi un 5 % la semana pasada, también fue una mala noticia para el sector agrícola, como a los productores de soja de Paraguay, el cuarto exportador del mundo de ese producto, que llega a China de forma indirecta, explicó César Ros, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex).
“No es una buena noticia y fundamentalmente afecta a todas las exportaciones de ‘commodities’ de esta parte del mundo y a Paraguay por su ingresos de exportación de materias primas”, comparó.
Paraguay, dijo, tiene un pequeño volumen de intercambio directo de soja con China, ya que el grano paraguayo llega al país asiático a través de las multinacionales del sector.
Según Ros, la devaluación del yuán llega cuando el sector de la soja paraguaya se está estabilizando y muestra rasgos de “mantener una rentabilidad que le hace viable”.
Por todo esto, uno de los  mayores temores de los especialistas radica en que la pérdida de valor del yuán refleja y profundiza la desacelaración de la actividad china, con el consiguiente impacto en Latinoamérica.
“La devaluación del yuán en sí no ha sido significativa en comparación con las que tuvieron las monedas latinoamericanas este año”, compara el economista Mauricio Mesquita Moreira, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en una entrevista con “El País”.
Mesquita no teme una invasión de los abaratados productos industriales chinos, pese que el objetivo de Pekín ha sido justamente el impulso de sus exportaciones ante la ralentización económica. En cambio, Daniel Titelman, economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), afirma que esto provocará una ampliación del déficit comercial de la región con China, que alcanza los 8,000 millones de dólares, lo que supone el 1% de la economía latinoamericana.
Para Pablo Sanguinetti, economista en jefe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el reciente desplome del mercado bursátil chino podría generar, en el largo plazo, nuevas oportunidades para la región, al hacer más atractivas las tasas de retorno de las inversiones en la zona, tesis que concuerda con la de algunos economistas de organismos multilaterales.
“Lo que está pasando en China es que la tasa de retorno de la inversión interna, después de esta corrección, es más baja. Eso significa que América Latina se vuelve más atractiva como destino de inversión”, aseguró.
El comercio
Muchos consideran que el Banco Popular de China anunció su reforma una semana después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) propusiera retrasar hasta septiembre de 2016 su análisis sobre la entrada del yuán, por lo que los analistas chinos interpretan los últimos movimientos de Pekín como un intento de recabar apoyos para su moneda en el seno del FMI.
Según la firma financiera japonesa Nomura, no puede descartarse que China trate de ponerse al nivel de otras divisas asiáticas, que en promedio se han depreciado un 12 % desde junio de 2012, lo que podría traer grandes movimientos en los mercados globales.
La caída en el valor del yuán beneficia a sus empresas exportadoras, al abaratar sus productos, pero tiene contrapartidas como el riesgo de fuga de capitales y la reducción comparativa de la riqueza de China, en un momento en el que muchas de sus firmas realizan grandes inversiones en el exterior.
No obstante, algunos analistas interpretan la devaluación del yuán como la entrada de China en una “guerra de divisas” con sus países vecinos, porque las reformas se han implementado poco después de que se publicaran, este sábado, los datos de comercio exterior del gigante asiático, los cuales  mostraron importantes retrocesos.
El mes pasado, por ejemplo, las exportaciones de China bajaron un 83 % interanual el mes pasado y las importaciones otro 8.1 %.
Las varias e inesperadas caídas de las exportaciones en lo que va de año han dado varios quebraderos de cabeza a las autoridades chinas, acostumbradas a ver en ellas una de las principales fortalezas de su economía.