Bancos salen a la caza de ahorrantes no convencidos

En el país el acceso a los productos financieros como cuentas, tarjetas de crédito y débito muestra avances, sin embargo, Abansa reconoce que existen retos por superar. La recién aprobada Ley de Inclusión Financiera pinta otro panorama.

descripción de la imagen

Abansa considera que aún existen  obstáculos para incrementar la inclusión financiera en este país, una tarea en la que deben de trabajar todos los actores relevantes.

/ Foto Por EDH

Por Guadalupe Hernández

2015-08-24 11:00:00

El Salvador se ubica entre los países  más rezagados de la región en cuanto a inclusión financiera,  ya que sólo un 34.6% de la población mayor de 15 años  posee cuenta en un banco, según el reporte Global Findex 2014, publicados por  el Banco Mundial.

Desde la óptica de la gremial bancaria, Abansa, esto representa un incremento importante si se toma en cuenta que en 2011 el indicador fue del 13.7%.

Según este informe global, los costarricenses, panameños y guatemaltecos están mejor informados como para depositar su dinero en un banco, comparado con los salvadoreños, quienes ni siquiera la mitad de ellos tiene cuenta bancaria. Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa, dice que tomando como referencia los resultados de 2014, al menos El Salvador está arriba de Honduras (30%) y de Nicaragua  (18.9%). En cambio, el porcentaje es mayor en Costa Rica (64.6%), Panamá (43.4%)  y  Guatemala (40.8%).

Siendo el promedio  de estos países un 38.7%, El Salvador se encuentra ligeramente abajo (con el 34.6%), explicó de Jiménez.

Y si consideramos que Costa Rica es un país que asigna importantes recursos a la educación de sus habitantes, debemos dar importancia a la estrecha relación entre educación e inclusión financiera, comparó.

Sorprendentemente, El Salvador tiene un indicador de ahorro superior a la media latinoamericana.  (57.5%). Sin embargo, el sistema financiero logra captar una proporción muy baja de ese ahorro.

¿Dónde va a parar el resto de ese 57.5%? Abansa no puede precisarlo técnicamente.

La gremial considera que aún existen  obstáculos para incrementar la inclusión financiera en este país, una tarea en la que deben de trabajar todos los actores relevantes.

“Estamos conscientes que dos terceras partes de la población salvadoreña económicamente activa vive y trabaja en el sector informal, por eso debemos tener apertura de mente para diseñar políticas que incluyan no al tercio que ya está en el sector formal, sino a los que no están”, dijo Rafael Barraza, presidente ejecutivo del Banco Agrícola.

Según Barraza, una de las brechas que se debe acortar  en nuestro país es el acceso a los servicios financieros por nivel de ingresos, ya que el sectores de menos entradas  tienen dificultades parar tener cuenta.

En 2014, por ejemplo,  el 14.5% de los mayores de 15 años ahorraron en una institución financiera, un porcentaje que para Abansa es ligeramente mayor  al de Latinoamérica  y El Caribe (13.5%) y mayor al indicador del país en 2011 (12.9%).

De hecho, la cartera de depósitos de El Salvador ha crecido 2.6% al 30 de junio del 2015 (punto a punto).

A pesar de ello, aún existen retos importantes para que la población ahorre en el Sistema Financiero, dice De Jiménez.

La cultura del ahorro, muy avanzada en otros países, también tiene que ver. “Es una combinación de factores, pero definitivamente el crecimiento económico de un país, que repercute en el empleo y en el nivel de ingreso de la población son determinantes para que exista capacidad de ahorro”, añadió.

En su opinión,  la  Ley para Facilitar la Inclusión Financiera, aprobada la semana pasada por la Asamblea Legislativa propiciará que el ahorro aumente, sobre todo, porque permitirá abrir las cuentas con menores requisitos , entre ellos  no presentar el NIT.

Más tarjetas de crédito que de ahorro

Según el  Global Findex, al comparar 2011 con 2014, hay más  acceso a tarjetas de crédito, y se  observa que el porcentaje de adultos mayores de 15 años que tienen una tarjeta de crédito ha crecido de 5.3 a 8%.

Según Abansa, el saldo de crédito otorgado a través de tarjetas de crédito en 2011 fue de $622 millones y  2014 totalizó $ 860 millones.

En cambio sólo un 21.8% de la población posee tarjeta de débito, la cual se genera si se posee una cuenta bancaria de ahorros.

El producto, de acuerdo a Abansa, también está teniendo un crecimiento si comparamos el 2011 (10.9%) con 2014 (21.8%).

Destacó además que el porcentaje  promedio de Centroamericana (incluido Panamá) es del 23.7%, siendo el mayor Costa Rica (53.6%) y el menor el de Nicaragua (11.3%).

Según la gremial, tanto la tarjeta de crédito como de débito son productos más seguros cuando se trata de manejo de efectivo, por lo que el sistema financiero realiza esfuerzos importantes para que más ciudadanos dispongan de este producto.  Mientras tanto,  un gran porcentaje de salvadoreños prefieren guardar su dinero no precisamente en el banco.