ASI: pese a que ingresos del GOES aumentan, deuda sigue creciendo

La mayor parte de los gastos del Estado se enfocan al pago de las remuneraciones, dejando que la educación y salud se vayan deteriorando

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Dólares

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Por Pedro Mancía

2015-07-15 8:57:00

A pesar de que los ingresos del Gobierno han percibido un crecimiento significativo, en los últimos cinco años,  el gasto y, por ende, la deuda del sector público se ha visto magnificado, señaló ayer Doris de Rivera, gerente de inteligencia industrial de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), en un foro organizado por esa gremial.
Dicha situación pone en duda las declaraciones del Estado, cuando afirma que necesita incrementar impuestos pese a que se han tenido reformas y nuevos impuestos  en lis últimos años.
Si se analizan los datos del Banco Central de Reserva se puede ver que, en los últimos cinco años, los ingresos del Estado fueron superiores en $3,855 millones. Con este dato, De Rivera explicó que “uno esperaría que el país, con ese incremento, pudiera haber marcado una diferencia significativa con respecto al anterior (Gobierno)”.
Aún más grave es cuando se comparan los diferentes gastos que tiene el gobierno, en comparación con los ingresos. Pese a que sus ingresos crecieron en más de 3 mil millones de dólares,  el Estado sólo subió en   $507 millones  sus gastos para los sectores de educación, salud, seguridad y obras públicas entre 2008 y 2014. Sin embargo,  el gasto en remuneraciones del sector público, en ese mismo período, aumentó  en $483 millones.
Las cifras oficiales indican que en 2014 el sector público  destinó $1,411 millones en remuneraciones, mientras que para educación fueron destinados $875 millones, para salud $555 millones, seguridad $357 millones y, para obras públicas, fueron $219 millones.
El economista, Manuel Enrique Hinds,  explicó que el Gobierno debe enfocarse en “costos de oportunidad”, esto significa que con los gastos que posee podrían realizarse obras y proyectos para desarrollar a El Salvador. Afirmó  que, sólo en subsidios, el sector público gasta $600 millones anuales, a esto se le agregan otros gastos que suman $236 millones. Esto significa que el Estado hace uso de $800 millones anuales para sus gastos. Para Hinds, “con lo que se gasta en esos rubros, se podrían hacer grandes proyectos que podrían generar desarrollo en el país”.
Y agregó: “realmente tenemos un problema de política muy serio, es un problema político el que estamos enfrentando. El país se ha ido haciendo más populista y la misma sociedad está aceptando que el Gobierno bote esas cantidades (de dinero) y este es dinero de la gente”, agregó.
Por su parte, Javier Simán, presidente de la ASI, apuntó: “los que se beneficien de la corrupción y el alto endeudamiento no será la población, ya que no contarán con los servicios que ofrece el Gobierno”.
La problemática de esta situación es que el Gobierno, teniendo los recursos y los ingresos suficientes para mejorar los sectores de salud, educación y seguridad, ha permitido que estos tengan un mayor deterioro.  “Si el Gobierno estuviera haciendo cosas que valen la pena, entonces valdría la pena cuando dicen que no hay dinero, pero en vez de mejorar los sectores, (estos) están declinando”.
Simán resaltó que “muchos  proyectos no se ejecutan por falta de visión y transparencia o por falta de capacidad”. De igual forma, expuso que el sector privado paga al año $3,688 millones entre impuestos de renta, aranceles, impuestos específicos e  IVA. “En otras palabras, el quinquenio del FMLN es el que más recursos ha tenido a su disposición a través de impuestos, donaciones internacionales y a través del endeudamiento público”, dijo.
Otro problema es que, en el último quinquenio, se ha visto un aumento de 30 mil funcionarios públicos y la planilla pública incrementó $500 millones al año. “Entonces surge la pregunta, ¿con todos los nuevos funcionarios adicionales tenemos un mejor servicio público, mejor educación, mejor salud o mejor seguridad?”, cuestionó De Rivera.
Los industriales advierten que acá no se trata de buscar más recursos, sino de tratar de aprovechar los recursos con que ya cuenta el Estado y  readecuarlos a las prioridades que deben ser enfocadas en los próximos cuatro años.
Simán concluyó afirmando que como industria no piden al Gobierno “subsidios ni incentivos, ni ganguerías, lo único que piden es que los dejen trabajar.  El sector industrial es muy pujante. Ha invertido en el último quinquenio $3 mil millones  en reconversión de su maquinaria, es industria que tiene la última tecnología. Nuestros trabajadores son la fuerza laboral más fuerte de la región y competimos con cualquier país del mundo”.
La ASI recomendó más ingresos y menos gastos, pero para eso se debe empujar para lograr un mayor crecimiento económico, incorporar al sector informal de la economía y disminuir el contrabando.